ADIÓS A CRISTINA PACHECO
ADIÓS A CRISTINA PACHECO
Por Rafael
Rojas Colorado
No recuerdo la primera vez que vi a Cristina Pacheco, solo sé que me agradó su
presencia, le tomaba fotos en la TV. Cada vez que la veía me atrapaba y me
quedaba mirándola en la pantalla. Cada vez se fue haciendo más conocida para
mí, y cuando me propuse a escuchar lo que comunicaba, me cautivaba, pues su
manera de expresar una historia era propia. Sin embargo, muy a pesar de la
admiración que siento por la periodista, escritora y conductora de televisión,
solo un libro de cuentos escritos por ella, fue el que adquirí, “Amores y
Desamores, un enjambre escenarios en la ciudad en los que el amor está presente
en cada uno de sus protagonistas.
Cristina trabajó desde muy joven, sus herramientas cotidianas lo fue su eterna
libreta de apuntes, más tarde sería el micrófono y una cámara filmando las
entrevistas que hacía en los barrios, suburbios, mercados y en todo lugar que
hubiese un motivo que narrar. Algo que la caracterizó, que no dio prioridad a
los personajes que ocupaban los reflectores, sino que fue en busca de aquellos
que estaban perdidos en una selva de concreto, pero que tenían una historia que
compartir y que, además, eran valiosas y servían de ejemplo para la sociedad,
la incansable Cristina era la voz que los daba a conocer a nivel nacional, los
dotaba de vida; que trabajo tan bello de la escritora, que virtud poseía: saber
preguntar. Efectivamente, preguntar bien, es como un cincel de mármol que
dulcemente abre el alma del ser humano para que desahogue lo que tiene adentro y
salga a la luz, eso y mucho más, fue Cristina Pacheco, un rostro que jamás se
apagará, porque su luz es la de una estrella que seguirá iluminando, sobre todo
a aquellos que transitan en la senda del periodismo y la entrevista. Todo un
ejemplo a seguir.
Su nombre de pila lo fue Cristina Romo Hernández, nació un 13 de septiembre del
año 1941 en san Felipe Torres Mocha, con 19 años de vida comenzó su labor
periodística. Lamentablemente el 21 de diciembre de 2023 con ochenta y dos años
de edad, su vida se apagó dejando un dulce recuerdo por las calles de México en
las que el viento propaga la triste noticia de su deceso.
Fue esposa del
Poeta José Emilio Pacheco, ahora ambos descansan para siempre en un sueño del
que ya no despertarán, pero sus obras intelectuales ni el tiempo las borrará.
Cristina, Hasta
siempre.
RAFAELROJASCOLORADO@YAHOO.COM.MX