¡Ahued, manos a la obra!
EL ARTE DE GOBERNAR
¡Ahued, manos a la obra!
Por Daniel
Badillo
Gracias a la voluntad de la inmensa mayoría de xalapeñas y
xalapeños, el senador con licencia por Veracruz, Ricardo Ahued Bardahuil,
triunfó para cumplir y hacer realidad la enorme cantidad de peticiones que le
hicieron durante su campaña por la alcaldía de Xalapa. Y es que, a lo largo de
treinta días de recorridos por toda la ciudad, en colonias y congregaciones,
Ahued tomó nota pormenorizada de las necesidades que apremian en la capital del
estado, haciendo el compromiso de atender todas y cada una de ellas, en la
medida que lo permita el presupuesto y el tiempo que tendrá como presidente
municipal.
Fue una campaña respetuosa de los demás aspirantes y cercana a la
población que reconoció la labor del ex alcalde y su visión social y humana a
prueba de todo, a pesar de la campaña –infructuosa, por cierto- de los demás
candidatos y candidatas, quienes no escatimaron en ataques y agravios contra el
senador de la República, como los vertidos por una candidata –cuyo partido está
próximo a perder el registro, que no mencionaré por su nombre pues no vale la
pena siquiera recordarla- que tuvo el desacierto de señalar que tanto Ahued
como David Velasco, eran “voraces como empresarios y pésimos como gobernantes”,
sin que aportara una sola prueba que demostrara sus dichos.
Una vez concluida la elección, Ricardo Ahued pondrá manos a la
obra en el diseño de un plan de desarrollo que modernice la capital del estado,
haga frente al grave congestionamiento vial que se vive diariamente, genere las
condiciones propicias para promover el empleo y el desarrollo, y atienda las
necesidades de una mayor seguridad para toda la población. En varias
entrevistas, una vez conocido su triunfo, Ahued Bardahuil fue claro en señalar
que el ayuntamiento que encabezará no será una agencia de colocaciones; por el
contrario, quienes aspiren a servir a Xalapa en su gobierno, deberán ser
personas honorables dispuestas a trabajar por vocación, pues no solapará ni
corruptelas ni ineficiencia ya que no está dispuesto a manchar su buen nombre,
por el mal desempeño de unos cuantos.
Dijo también que quienes hayan hecho “travesuras” en el
ayuntamiento deberán ir dejando la casa en orden, pues la ley le obliga a
revisar peso a peso el presupuesto ejercido por el actual gobierno, y tomar las
acciones jurídicas que correspondan. También señaló que quienes piensen en
enriquecerse con salarios elevados en el ayuntamiento, mejor se vayan olvidando
de eso porque el presupuesto de los xalapeños no debe ser usado para el pago de
altas compensaciones, ni para fomentar el amiguismo ni los recomendados, sino
para promover la obra pública y el desarrollo social que tanto hacen falta en
la ciudad capital.
Ahued tiene frente a sí un reto enorme, pues los xalapeños esperan
mucho de él, ya que la abrumadora cantidad de sufragios a su favor se traducen
en una esperanza de que las cosas se hagan mucho mejor de lo que se han hecho
en los últimos años en la capital, donde el alcalde actual –como lo he dicho
aquí y lo sigo sosteniendo- se caracterizó por su mal carácter, por su desapego
con la población, y por su falta de oficio político y sensibilidad, lo que –por
fortuna- está por concluir en unos meses.
Xalapa merece un gobierno eficaz, honesto y práctico, porque el
tiempo apremia y las necesidades son enormes. De allí que Ahued represente,
insisto, la esperanza en que podamos tener una capital a la altura de otras
capitales del país que se caracterizan por la modernidad y por la eficiencia en
los servicios públicos. Para ello contará con un equipo eficiente cuyo perfil
será, precisamente, el de la capacidad y honestidad a prueba de todo.
Por el bien de Xalapa, se le desea éxito al próximo presidente
municipal. Conociendo su trayectoria, su experiencia administrativa y su gran
amor por esta ciudad que lo adoptó desde niño, estoy seguro que hará un gran
papel que honrará su nombre y su apellido. Que así sea.