ALGO SOBRE LA ESCRITURA CRÍTICA

René Sánchez García.

Si en algún momento llegamos a comprender y a poner en práctica todo lo aprendido sobre el Pensamiento Crítico, estaremos en la antesala de iniciar futuras aventuras significativas en lo que se refiere a la Lectura Crítica y después hacia la Escritura Crítica. Esta última implica (siempre ligada a la primera), según los conocedores, en “aprender a evaluar y reconstruir tu pensamiento e ideas en el contexto del pensamiento e ideas de otras personas”.

Es menester recordar que la Escritura Crítica tiene relación con el pensamiento racional, mismo que pasa por varios estadios: del pensamiento mágico-mítico al pensamiento ingenuo –generalmente manipulativo- y al pensamiento crítico de tipo reflexivo, argumentado y lógico. Para ello, el escritor que pretenda ser crítico, debe poseer como mínimo cuatro cualidades: cultura, independencia, honestidad y bastante humildad.

El escritor crítico utiliza datos de interés sobre la obra (del libro de su interés y leído completamente y en varias ocasiones) y de su autor para que el futuro lector conozca todo lo que debe saber de la misma sin verla. El texto de la reseña crítica debe ser claro y conciso. Debe limitarse a hablar sobre la obra y el contexto cultural en el que se encuentra, sin divagar ni extenderse en temas que no competen.

Básicamente, la Escritura Crítica consiste “…en leer con atención, conociendo la historia literaria y mostrando cierto gusto y criterio para analizar, contextualizar y valorar los libros, razonando los juicios, en un texto claro, escrito con soltura, con las dosis justas de pasión, pues debe poder leerse con interés. El escritor crítico debe intentar ser ecuánime, comprensivo y generoso con los que empiezan y exigente con los consagrados”.

Si el trabajo del escritor crítico es difícil y complicado, pues requiere de mucha disciplina intelectual, tal y como afirma Gregorio Luri: “No hay pensamiento crítico sin saber leer ni escribir bien”. También es igualmente terrible para el escritor crítico los comentarios siempre desfavorables que recibe de los lectores y escritores. Él es un tipo de escritor “sometido a casi todas las exigencias artísticas e intelectuales sufridas por los poetas y novelistas, todo porque el crítico ejerce el juicio sobre las obras del resto de los escritores utilizando su mismo lenguaje”.

Finalmente hay que recordar las atinadas palabras de José Emilio Pacheco: “Al mismo tiempo no olvido que Borges pedía ir a los textos antes que a la crítica. Nos recomendaba apartarnos por un momento de la historia de la literatura, sus escuelas, jerarquías, polémicas, anécdotas, generaciones y divisiones, para quedarnos solos ante el texto y lo que él puede darnos en el intercambio y el presente perpetuo que es toda la verdadera lectura”.

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