AMOR IMPOSIBLE
AMOR IMPOSIBLE
14 de febrero día de la amistad y el amor
Por Rafael Rojas
Colorado
Esta es una historia de amor, tal vez para
muchos desapercibida, pero eso poco importa, porque el idilio fue real y
alimentado a través de muchos siglos, tantos que, quienes lo atestiguaron como
tal, pensaron sería eterno.
Como por arte de magia o capricho de la
naturaleza, una gran cantidad de agua escapó del océano. Le llamaron Zwin a
este azuloso brazo de mar, silencioso se presentó para enamorar a la ciudad
Brujas, la de bello rostro medieval, de puentes, canales, cisnes y palacios, para
amarla y entregarle todo lo que estaba a su alcance. Sus aguas acercaron la
riqueza transportada en embarcaciones: joyas, oro, plata, licores, finas y
delicadas
telas, alimentos, perfumes y todo aquello que se podía comerciar y que procedía de importantes países europeos. Todo este movimiento comercial llegaba a Brujas gracias a las aguas del Zwin, amante de Brujas, así de amoroso complacía a su prometida, la gran Dama de Flandes. Con esos delicados detalles la hacía sonreír y la veía plenamente feliz como si en su corazón naciera la vida. Se trataba de un idilio en el que ambos se daban lo mejor de sí mismos ¿Quién era capaz de impedir ese amor? Nada los perturbaba. El Zwin mostraba su jovialidad, su fuerza y su sed de amar y abrazar a su amante con todo su ímpetu, le irradiaba la ternura y no dejaba de apretujarla un solo segundo. Brujas, la aristocrática señora del Norte respondía con vivacidad, sonreía y se entregaba en cuerpo y alma a aquel fugitivo del mar. La libertad les pertenecía.
Quienes brindaban en los muelles, bares,
restaurantes y calles bendiciendo su bonanza, aseguraban que ese amor se
parecía a un cuento de hadas y ellos se sentían parte del mismo, algunos
enamorados envidiaban el profundo amor que se profesaban la ciudad de Brujas y
el Zwin.
Pero un mal día la naturaleza cambió de
opinión y la furia del mar reclamó el regreso del Zwin. Celoso el mar le tendió
una trampa a la Dama de Flandes, en cada una de sus risueñas olas,
clandestinamente, enviaba una porción de arena que iban depositando a su paso.
Cien años después ninguna embarcación era capaz de navegar, el cauce del brazo
de mar se encenagó, el Zwin retornó a la inmensidad del mar y Brujas quedó
inmersa en la tristeza, se vistió de nostalgia y poco a poco se fue
empobreciendo. En su melancolía se adivina un corazón lastimado por el abandono
de su amante, el que ayer le regaló riqueza y le juró amor eterno, ahora, sin
ningún remordimiento, se marchó para siempre dejando a la amante en total
abandono. El Zwin se quedó en lo más hondo del corazón de Brujas, en ese
nostálgico recuerdo, anhela el regreso del prófugo amante, pero en sus adentros
comprende que este amor es Imposible.
Este drama de amor es un relato de la
escritora coatepecana, María Enriqueta Camarillo y Roa, consulte las páginas
del libro “Del Tapiz de mi Vida” de su autoría y disfrutará toda la historia de
este amor imposible.
“Un libro conduce a la sabiduría”.