Especial

AMOR INFINITO.

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La primavera de aquel año finalizaba. El cielo medio encapotado avisaba calores. A eso de las cinco de la tarde, la Calle Real lucía concurrida, la gente contemplaba los escaparates de las Morales y la farmacia Central. La Perla, negocio de don José Contreras, el egregio Pepe Goma, exhibía relojes, argollas y cadenas de oro. En la sastrería de Florencio Pensado —el que vestía a los pupilos del Padre Gómez—, un buen mozo pasaba la tarde deleitándose con la guitarra, acompañada por el propio Florencio, mientras la máquina de coser aguardaba con paciencia. Escenas en este bello pueblo que, siendo mágico, no se sabía que lo era.

Sobre la acera de enfrente, en la farmacia La Fe, de Polito, una atractiva joven con paso acelerado iba rumbo al parque. El muchacho, al descubrirla, ni tardo ni perezoso, aventó el requinto y cruzó la calle para afrontarla. Con una serie de interrogantes, llamó la atención de la doncella. Anticipando un hola, preguntó ¿cómo te llamas?, con tardanza, después de analizar al interlocutor que, con melena a la moda, era nada atractivo, la chica titubeante contestó, María de la Luz ¿Dónde vives?, con sequedad respondió, por el barrio de la Luz. El factor sorpresa funcionó, aunque la réplica fue “Bueno, gusto en conocerte, aquí  trabajo, no sé quién eres pero, adiós, que te vaya bien”. Precioso nombre, María de la Luz, y del barrio de la Luz, insistía en su mente el muchacho que, evocando al trío Los Jaibos se fue canturreando “Mañana te espero, a la misma hora, no dejes de ir”.     

Al siguiente día, repleto de información, nuestro héroe acechaba su presa. Para no olvidar  detalle, repetía: “La celebración de la Virgen de la Luz, es fecha movible, la rige el calendario lunar, se celebra el miércoles anterior al Domingo de Pentecostés. En la iglesia del barrio, el festejo será en los primeros días de junio” Determinó que la visita a la Santísima fue obligada para dar gracias de haber visto a esa linda mujer. También indagó de que “El jesuita italiano Antonio Genovesi, pidió a una mujer piadosa, implorar a la virgen que se manifestara y hacer una imagen a su semejanza. Después del primer intento fallido, la virgen se apareció dando instrucción de que ella misma dirigiría la mano del pintor. La celestial señora, demostró su clemencia al sostener un alma para que no caiga en las fauces de una bestia infernal. Al niño Jesús que lo lleva en brazos, un ángel le ofrece corazones preservados para el mal” Qué datos tan completos, profería. Quedó henchido de placer con la visita a la virgen.

El abordaje a la bella moza estaba cerca, casi a la hora de entrada a sus labores, pero al iluso mancebo no le dio tiempo de recitar su pesquisa, solo asintió: “Guapísima, la semana que entra, el próximo miércoles, es tu cumpleaños”, ¿mi cumpleaños? No, yo cumplo años hasta el 12 de julio. El joven gallardo, al cabo de los años, sin dar credulidad a que el tiempo ha volado, se consuela pensando en los logros que ha obtenido en la vida y así, desde hace más de cuatro décadas, gracias a su compañera y al amor infinito, ha celebrado todos los 12 de julio. Hoy día sigue vociferando: Gracias Güera por esta bendita vida, nunca te mueras.

Amigos, Dice Gibrán Jalil Gibran “Cava la tierra y hallarás un tesoro, solo debes cavar con la fe de un labriego”

¡Ánimo ingao..!

Con el respeto de siempre Julio Contreras Díaz

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