Editorial

CIEN DIAS, NADA QUE FESTEJAR

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Héctor Larios Proa

«El mundo cambia cuando dos se miran y se reconocen»

Octavio Paz

 

Cien es un número que encierra totalidad.

Celebramos el aniversario cien del natalicio de Octavio Paz, festejos, homenajes que por fin reconocen al diplomático, al poeta, ensayista de una solidez intelectual ejemplar, capaz de descubrir verdades del poder con el poder de su verdad.

Su visión crítica  navegó por los océanos misteriosos de editoriales, entendió la misión del intelectual desde el compromiso. Hablar del Nobel en su centenario en este espacio seria más que ambicioso y hubo formidables publicaciones que aparecieron en torno a la celebración y son documentos de colección.

 

Otro de los personajes centenarios es el de la diva del cine mexicano, María Félix, una de las grandes figuras de la Época de Oro del cine nacional y conocida a nivel internacional como «La Doña», nació el 8 de abril de 1914. Su belleza, talento y magnética personalidad, además de un  carácter decidido, temperamento arrollador e inteligencia singular, contrastaron con el rol de la mujer de la época.

 

También en Coatepec celebramos cien.

La administración municipal 2014-2017 cumple cien días y no tiene nada que celebrar.

 

Se mecen entre la oportunidad de impactar positivamente en la comunidad con acciones certeras, oportunas derivadas de una planificación profesional y con el compromiso democrático de despertar del letargo que nos aqueja. Y coquetea, al mismo, tiempo con las viejas formas autoritarias. Miopía política, de una forma de entender el ejercicio del poder para arrastrar hasta la miseria a sus habitantes.

Algunos hombres y mujeres ven, con coraje, como se van perdiendo el orgullo de ser coatepecano.

O como se preguntaba Octavio Paz, ¿son los regímenes totalitarios, el destino de México?

 

Administración recoge herencias de gestiones pasadas que marchitaron las calles e imagen de sus fiestas. Como es el hecho de no encontrar patrocinios de empresas para la Feria de Coatepec, por la mala imagen que dejaron los desorganizadores que compraron el evento años atrás y únicamente pensaban en el negocio sin importar la imagen municipal, la industria, la reina, y todo el contexto que la envuelve.

La Feria del Café, es algo más que un tianguis de pueblo que vende cerveza.

 

La Feria fue el evento que promocionaba originalmente la actividad industrial, agrícola de Coatepec y la región. Fue abrir la ventana  al mundo para presentarles el mejor café del orbe, la mejor miel. Fue también ocasión propicia para el nacimiento de las artesanías de café. Sus programas artístico, cultural, comercial giraban en torno al fortalecimiento de la economía regional haciendo de la feria la fiesta de la región.

 

Sin embargo, las últimas ediciones han sido la declaración pública de que la administración municipal es incapaz de organizarla. Marca la historia de la feria que cada actividad se realizaba en favor de una causa noble en Coatepec. Desde la elección de la reina  hasta las ganancias de la feria. Donde se involucraban los ciudadanos bajo la batuta del Comité patronal. Al término de la misma se publicaban las cuentas como un ejercicio de rendición de cuentas.

 

Cien días de gobierno, oportunidad que se dejo escapar con acciones de alto impacto. Lástima. ¿Hacia dónde vamos?

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