¿CÓMO TRATAS AL POBRE?

¡Qué alegría hay para los que tratan bien a los pobres!

El Señor los rescata cuando están en apuros.

El Señor los protege y los mantiene con vida;

los prospera en la tierra y los rescata de sus enemigos.

El Señor los atiende cuando están enfermos

Salmo 41:1-3

¿Había usted leído estimado lector esta promesa bíblica? Y es que actualmente tratar bien al pobre es algo que influencers hacen y publican en sus redes sociales. Políticos también por congraciarse con su electorado hacen campañas sociales donde se les ve fotografiados entregando apoyos a personas de escasos recursos. Pareciera que, si algo no se publica en las redes, fuera como si nunca sucedió. Muchos han olvidado aquellas sabias palabras de Jesucristo: “Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha,  para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público (Mateo 6:2-4)”.

Ayudar a los pobres nos brinda una alegría sin igual. No conozco a una sola persona que cuando ayuda a otros se sienta mal, por el contrario, el dar nos mueve, nos invita a hacerlo de nuevo porque estamos llevando a cabo principios universales, que aunque lo sepamos o no, tienen consecuencias positivas hacia nosotros.

¿Se imagina apreciado lector ser rescatado cuando está en apuros? ¿A quién no le gusta una mano amiga en los tiempos difíciles, que alguien se solidarice con usted? Recuerdo que en una ocasión iba con mi familia a la playa de Chachalacas. Cuando de pronto, se descompone el automóvil del sistema eléctrico. Pudimos llegar a una gasolinera, y aunque traía un cargador eléctrico de baterías y cables pasacorriente, el problema era mayor. No conocíamos a nadie. Pedí permiso de estacionar mi auto en una rosticería que está en el lugar y un señor llamado José Luis se ofreció a llevarnos con un mecánico eléctrico, me llevó en su coche, intercedió por mí ante el mecánico, nos llevó a ver el vehículo, todo esto sin conocernos. Mientras esperábamos, me comentó que había perdido a su esposa hacía apenas unos días y que este fue el primer día de trabajo después de tan dolorosa pérdida. Yo no sabía qué hacer ni cómo agradecerle. Hasta el día de hoy conservo esa amistad que desinteresadamente nos prestó apoyo en medio de un lugar donde no conocíamos a nadie. Y no estoy diciendo estimado lector que ayudé al pobre, sólo escribí el comentario para que sirviera de ejemplo cuando estuve en un apuro

Procedamos lector con la siguiente promesa condicionada: La protección de Dios y la vida. Y con eso no quiero decir que no vamos a morir, porque para morirse sólo hace falta estar vivos. Sino que ver la protección de Dios de manera sobrenatural será una consecuencia de ayudar al pobre y necesitado. ¿Quiere ser próspero en esta tierra y rescatado de sus enemigos estimado lector? Bueno, pues le sugiero que trate bien a los pobres. ¿Ha estado usted enfermo y no hay nadie que lo ayude? No se preocupe, cuando usted ayude al pobre, Dios mandará su socorro a usted por haber tratado bien al necesitado.

Pasando a otro orden de ideas pero del mismo tema, hay también una promesa para aquellos que tratan mal al pobre:

“El que oprime al pobre afrenta a su Hacedor; mas el que tiene misericordia del pobre, lo honra (Proverbios 14:31).” No son pocas las ocasiones en que vemos a personas que porque ostentan un cargo, tienen una posición económica elevada por el momento, que se comportan así con las personas de escasos recursos. No se preocupe, que tarde o temprano, la recompensa llegará.

A propósito, si quiere saber más de esta documentada área del conocimiento, le invito a seguirme en mis redes sociales. Pronto dará inicio el curso presencial llamado “El ABC de tus finanzas”, donde le ayudo a organizar sus finanzas personales desde cero.

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Estimado lector, le agradezco esta lectura, y al mismo tiempo le recuerdo como siempre: “Haga un uso responsable y sabio del dinero”.