CON RITMO
CON RITMO
Por
Irasel Negrete Ronzón
“Sin música, la
vida sería un error”
Friedrich Nietzsche
¿Y quién
no pone música
para realizar actividades
cotidianas? Y es que la música
nos hace conectarnos
con nosotros mismos y
con el mundo porque
llega a lo más
profundo de nuestro ser, de manera
inconsciente influye en
nuestro estado de
ánimo y esto se
refleja en nuestras
acciones.
Actualmente la
educación, a través de las
reformas en los planes
de estudio y
enfoques que se
le han ido realizado
a lo largo del
tiempo, ha evolucionado
de ser una
mera transmisición de
conocimientos a una
actividad en la que
se promueve el gusto
por aprender focalizándose en la
consecución de la autonomía
en el aprendizaje, sin embargo,
aunque nuestro enfoque
nos proporcione una
manera de desenvolvernos como
docentes en el
aula, sucede que nuestras clases
parecen no ser tan
interesantes para los
estudiantes como las
planeamos resultando ineficientes para
consolidar el aprendizaje
significativo, la razón
puede estribar en nuestra didáctica,
así que, el
artículo del día
de hoy está orientado en
compartir una forma
atractiva y útil
que podamos aplicar
en el salón
de clases para
interesar a los
chicos a aprender
haciendo uso conciente
de la música
y sus componentes, la cual
se ha comprobado
científicamente que tiene
numerosos beneficios tanto motrices
como intelectuales.
Como sabemos,
todos aprendemos constantemente, pero
lo hacemos mejor
si nos encontramos
en un ambiente propicio
para ello, y para
lograrlo, además de los rasgos
que conforman un escenario adecuado como fomentar la
empatía, el respeto, la inclusión,
la equidad, entre
otros, el que el
ambiente esté libre
de estrés es una
parte medular del aprendizaje porque
de esta forma
el cerebro está
receptivo y listo
para construir nuevos conocimientos
y la sugerencia en
esta ocasión es lograrlo a
través de música
previamente seleccionada que
nos ayude a
sincronizar nuestra respiración
con nuestro estado
de ánimo para
lograr un equilibrio
que admita estar
listo y receptivo para
aprender, cabe mencionar
que cuanto mejor oxigenado tengamos nuestro cerebro, más claros, lucidos y
eficaces nos volvemos; es
decir, para poder aprender
y funcionar óptimamente,
el cebrero va a requierir tres
veces más oxígeno que el resto
del cuerpo, por
lo tanto hay
que aprender a
respirar y fomentar
esa respiración activa
en los estudiantes,
de modo tal que
entren en un estado
de relajación y
conciencia que agudice
su inteligencia.
Georgi
Lozanov, científico búlgaro, menciona que
el efecto general de la música es de un masaje sónico que ayuda a centrar la
atención hacia dentro (concentración
en sí mismo) en vez de hacía fuera (dispersión) y que
para lograr el objetivo debe existir una correspondencia en lo que se quiere
lograr y el tipo
de música que
usamos, para ello
nos sugiere elegir
entre tres clasificaciones de
la música: para el
superaprendizaje, el
aprendizaje activo y
revitalizar el cerebro
puesto que afirma que la música
no es solo una simple combinación y sucesión de sonidos, sino una fuerza
misteriosa que ejerce una influencia
magnífica en los individuos, ahora bien,
¿cómo vamos a
seleccionar el tipo
de música? Lo
haremos de acuerdo a las
vibraciones de la misma,
el ritmo, la velocidad
y los instrumentos
que ocupa, actualmente,
en internet podemos
encontrar gran variedad de
sugerencias que sin
duda alguna nos
pueden ayudar a conquistar nuestros
objetivos educativos.
Al poner
música en el aula, estamos incidiendo positivamente en varias áreas, se
mejorará la memoria
y la creatividad, se reducirá el
estrés, se promoverá la coordinación, se agilizarán las ondas
cerebrales reforzando la
concentración y la
atención entre otros
beneficios.
Por último,
además de la
música que podamos
utilizar para acompañar nuestras
actividades, podemos ser más
creativos aún e
inventar nuestras propias canciones
o melodías, crear
frases rítmicas, elaborar poemas y
por qué no,
ponerle movimiento a
todo eso, estoy segura
que aplicando estas
sugerencias no sólo
tendremos alumnos más
divertidos y felices,
sino, chicos que
aprenden más fácilmente, así que a
ponerle ritmo a las
clases.
Los invito
a seguir algunas
de las actividades que
realizo con mi
grupo, en la página
de facebook “Educación
Tucusitos” en donde
también podemos intercambiar
ideas para crear
una comunidad educativa
que se fortalezca
a través del
trabajo en red.