COSAS DE LA CULTURA
COSAS DE LA CULTURA
Cuentan
las malas lenguas o los chismes, que hace ya algunos ayeres, una camioneta
propiedad de la librería del Fondo de Cultura Económica (FCE), procedente del
Distrito Federal y con destino al puerto de Veracruz, volcó por la madrugada en
el tramo de la carretera federal Perote-Las Vigas. Afortunadamente el conductor
de la unidad resultó con pocas heridas leves, siendo llevado de inmediato a la
ciudad de Xalapa para su atención. Se supo, que parte del material impreso que
llevaba la unidad automotriz, quedó regada en medio de los sembradíos de
magueyes, nopales, frijol y maíz.
Como suele suceder en
estos casos de desgracias nocturnas, algunos lugareños salieron de sus hogares
a comprobar el suceso, llevándose algunas cajas de cartón regadas entre los
matorrales, escondiéndolas por algún tiempo, mientras las investigaciones de
las autoridades terminaban. A las semanas siguientes, dichos hurtadores
descubrieron que esos paquetes sólo contenían libros. Material que para ellos
carecía de importancia, no sólo porque eran casi todos repetidos, sino por ser
algo de poco valor comercial que no se puede vender, regalar o intercambiar.
Todo transcurría en santa
paz en este frío terruño llamado Totolapa, hasta que llegó a la escuela
primaria “Rafael Ramírez”, la nueva profesora de sexto, que vino a sustituir a
doña Inesita López, que se había jubilado en el mes de julio. Ella, en su
primera clase, habló de la importancia de leer, de consultar para las tareas
los libros de texto, así como también asistir a la biblioteca municipal donde
tienen varias revistas, diccionarios, enciclopedias y hasta mapas a colores
donde vienen ubicados todos los países del mundo.
Fue la niña de nombre
María del Perpetuo Socorro García Pérez, quien, al escuchar a su nueva maestra,
se atrevió a decir: “En mi casa hay tres cajas de libros nuevos, todos iguales,
que el otro día mi mamá ya quería quemar porque la leña estaba toda verde. El
lunes si no se me olvida le traigo unos”. La maestra, dicen, agradeció a su
alumna dicha intervención. Y sí, María cumplió en lunes la encomienda,
entregándole a la maestra un ejemplar del libro como de más de 100 páginas,
pastas delgadas en color azul fuerte, el logo del FCE y con la leyenda: “Propiedad
del Gobierno Federal. Prohibida su venta”.
Una vez puesto al
descubierto el hurto cometido, los responsables se vieron obligados a entregar
las seis cajas que escondieron por casi un año. Las cajas fueron recibidas por
la nueva profesora, quien junto con el director acordaron repartirlos entre
todos los alumnos y profesores de la escuela. Los sobrantes se entregarían a
las bibliotecas públicas más cercanas, pues consideraron que el material era de
suma importancia para la labor docente y de aprendizaje.
Casi para terminar el año
escolar, el grupo de sexto participó en el Concurso Estatal de Historias,
Cuentos y Leyendas Populares, donde obtuvieron el primer lugar en la categoría
infantil, asunto que alegró en demasía a toda la comunidad educativa y sus
habitantes. Lo anterior, gracias al empeño y dedicación de la maestra Ximena y
a los libros recuperados, que jugaron un papel importante, tanto motivacional
como de fortalecimiento a la enseñanza en la asignatura de Español.
De acuerdo con el juicio
del jurado calificador de dicho Concurso Estatal, los trabajos escritos
presentados: “Se significaron por rescatar mucho de lo popular de esta región
veracruzana, pero más específicamente, por el lenguaje escrito utilizado por
estos niños, bastante culto, fino y elegante, en comparación con los otros
participantes, que podría considerarse como habla común”. Y es que los
diccionarios de la Lengua Española, así como los libros de Sinónimos y
Antónimos del Fondo de Cultura Económica, cobraron vida nueva en favor de la
cultura.