CRISIS MUNDIAL DE APRENDIZAJES

Por René Sánchez García

Los investigadores de la Ciencia de la Educación de la UNESCO (Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) con sede en París, dio a conocer un documento de tipo estadístico, donde muestra que hoy en día, un poco más de 244 millones de niños y jóvenes en el mundo, tienen serios problemas en los aprendizajes básicos de la lectoescritura y en las matemáticas; aparejada también por una crisis severa en el otorgamiento de presupuestos económicos suficientes por parte de los países que participaron en dicho estudio.

El documento en cuestión demuestra que el 60% de los estudiantes (de la educación inicial o básica) a partir de los 10 años de edad en el mundo, son totalmente incapaces de leer y comprender un texto sencillo, así como también resolver problemas sencillos de números y cantidades. Por lo que dicha Organización lanzó un llamado urgente para hacer de la educación una prioridad en la agenda global y en la de cada país. De allí que mencione: “Nuestro actual sistema educativo mundial no consigue proporcionar un aprendizaje de calidad para todos a lo largo de la vida”.

Dicho problema mundial se agudizó a partir del año de 2019 en el mundo, debido a la pandemia del covid-19, que trastocó el ingreso económico de las familias más pobres, “quienes se vieron en la necesidad de pedir prestado para pagar la educación de sus hijos”, según datos de la propia encuesta. Asunto anterior que “no ayuda a construir sociedades pacíficas, justas y sostenibles”, agravando la ya preocupante “crisis en materia de inclusión, calidad y pertinencia”, por lo que urge priorizar la necesidad de impulsar acciones para acelerar la mejora en la educación.

La UNESCO espera que los 130 gobiernos en el mundo cumplan con el compromiso pactado en septiembre pasado durante la Cumbre sobre la Transformación de la Educación, en el sentido de “reiniciar sus sistemas educativos y a acelerar sus acciones para poner fin a la crisis de aprendizajes”. Por ello el lema para el próximo 24 de enero, en el Día Internacional de la Educación”, es el de invertir en las personas y priorizar la educación. Asimismo, destacó que la educación debe respetarse como un derecho humano y reconocerse como clave para alcanzar un desarrollo sostenible.

Aparte de los 244 millones de niños escolares en el mundo, existen otros 617 millones más de jóvenes, que “no pueden leer ni tienen los conocimientos básicos de matemáticas”. Por ello se trabajará durante todo el año de 2023 por una educación universal, concluye el documento de este organismo multinacional.

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