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De fiesta el crimen organizado en Veracruz; el Bola #8 niega su existencia

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De fiesta el crimen organizado en Veracruz; el Bola #8 niega su existencia

Por Edgar Hernández*

 

De un madrazo, el gobierno de Veracruz ignora la presencia y atrocidades de siete Carteles, así como sus acciones de impunidad y violencia criminal, el control de pueblos y presidencias municipales y de paso exonera a cuatro gobernadores que les abrieron las puertas del 2004 para acá.

Ayer, a propósito de nada, el queda bien de Eric Cisneros, Secretario General de Gobierno, acometió el atrevimiento de gritar voz en cuello que en Veracruz no existe el crimen organizado.

«Aquí no operan carteles con reconocimiento de líderes de otros estados, acá operan bandas delictivas y lo que hacemos no sólo es trabajar en el desmantelamiento, sino trabajar de manera social con la gente para que todos nos vayamos encausando por las actividades que engrandezcan al estado».

Así, en el botepronto se le olvida a este controvertido personaje que el Sistema Nacional de Seguridad Pública guarda evidencias de que en el 2004 el gobierno de Fidel Herrera le dio paso a los Zetas; que Duarte permitió a través de Enrique Bermúdez, la entrada del Jalisco Nueva Generación y que Yunes Linares fue sorprendido por el de Sinaloa.

Por complicidad o conveniencia, el segundo del gobernador, tampoco recordó que el 19 de marzo del 2019 el propio Cuitláhuac García reconoció la presencia de seis Cárteles y uno de reciente creación, el Cartel del Siglo.

“Son seis cárteles —admitió el gobernador en aquel momento— los que operan en Veracruz. Y no hay cómo pararlos ya que no hay infraestructura y no tenemos capacidad operativa para enfrentarlos”.

Ya para entonces Veracruz estaba colocado en el pódium de la criminalidad, en el primerísimo lugar en secuestro y líder en homicidios dolosos y feminicidios.

A conveniencia ya no se acordaron del “Cártel del Siglo”, cuya aparición se registra justamente con el arranque del gobierno de la Cuarta Transformación y que su bautiza es al estilo de los violentos: un auto compacto a pie de carretera, entre Coatepec y Xalapa, la capital de Veracruz, sangre que escurre de su interior, dos cuerpos, dos cabezas desprendidas y un mensaje amenazador que anuncia su irrupción.

Sobre una cartulina se leen los alias de una veintena de líderes y sicarios de células enemigas, sentenciados a muerte.

Flaca la memoria del Bola #8, quien nunca vivió en Veracruz, y que de pronto olvida lo que debe tener presente y ser su prioridad, combatir a las organizaciones criminales a la par de la Secretaría de Seguridad Pública y la Fiscalía General del estado.

Pero no.

Simplemente se evade al asegurar que en Veracruz no existe el crimen organizado.

Su atrevimiento lo sostiene justamente en el marco de la visita presidencial; lo declara en momentos en que en Tlaquilpa, en la zona de las Altas Montaña grupos criminales ajusticiaban a dos policías y dejaban herido a otro.

“No fue una emboscada, solo una riña entre policías”, suscribe el boletín de la Secretaría de Seguridad Pública.

Tras ese incidente “menor” ya hubo espacio para que el Bola #8 recordara que en las pasadas elecciones del 6 de junio el gran ganador había sido justamente el crimen organizado al consumar actos de intimidación, al acometer el asesinato de 86 candidatos y simpatizantes de partidos diferentes a Morena y ser el gran patrocinador de centenares de millares de despensas para que la población acudiera a las urnas.

¿Todo ello es crimen organizado o desorganizado?

Y no es amnesia política u olvido intencionado de parte del gobierno del estado, es toda una trampa declarativa.

Lo que hace el gobierno de Cuitláhuac García, es similar -pero en grotesco- a lo que hace todos los días López Obrador al crear distractores para que la ciudadanía y la opinión pública olviden tragedias como la que en estos momentos vivimos tras el paso del huracán Grace.

Veracruz está postrado y sin ayuda.

Más que muertes, lo que hay es hambre y destrucción; pueblos aislados sin comunicaciones; falta de medicinas y agua; auxilio a la población.

No son 28 municipios los afectados, tal como orondamente precisa el gobierno, es la mitad del territorio veracruzano el afectado por el meteoro, sin contar los graves daños a la capital Xalapa.

Pero, además. Para llegar al grado de pretender confundir a la población con el cuento de que en Veracruz no hay crimen organizado, es porque Cuitláhuac o vive en la Luna o ya aprendió a ser igual que su Bola 8.

Tiempo al tiempo.

 

*Premio Nacional de Periodismo