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LA ANSIEDAD EN EL ATLETA

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Diván Deportivo

LA ANSIEDAD EN EL ATLETA

Por Juan Ramón Alvaredo Rodríguez

Durante estos Juegos Olímpicos ha sido muy sonado el caso de Simone Biles que se retiró de la competencia porque su ansiedad no le permitía estar en condiciones para competir. Algunos pueden ser escépticos ante el tema de la ansiedad y su influencia en los deportistas, pero otros nos preguntamos ¿qué significa la ansiedad para los atletas de alto rendimiento?

Me parece que lo primero que debemos advertir es que, en psicología, hay dos tipos de ansiedad que puede sufrir el atleta: la ansiedad patológica y la ansiedad competitiva. Esta distinción es muy importante porque, a pesar de que sus síntomas son muy similares, los efectos de una y otra pueden afectar de distintas maneras al desempeño del atleta.

Si ambas son tan parecidas ¿qué hace que sus efectos en el desempeño del atleta sean distintos? Bueno, que sean parecidas no las hace iguales: la principal y más fundamental diferencia es la temporalidad y la intensidad en la que se manifiestan los síntomas.

La ansiedad patológica es más duradera, lo que la puede volver un problema crónico, esto puede resultar en el deterioro del sistema nervioso y el organismo en general. Sus síntomas, por lo general, son más nítidos y suelen acompañar al perfil de personas que tienden a la depresión. Por eso es peligroso que un atleta como Biles compita si no está en sus mejores condiciones.

La ansiedad competitiva aparece, generalmente, desde días, horas o momentos antes de que el atleta deba competir, sólo se manifiesta alrededor de la competencia y suele tener una duración corta, lo que comúnmente solemos llamar nervios o estar nervioso.

Para un correcto desarrollo del atleta, es necesario que experimente este estado ya que es el escenario que va a enfrentar cada vez que va a competir, de ese modo se pueden identificar las maneras en que este tipo de ansiedad afecta al atleta y se pueden desarrollar estrategias para sobreponerse y fomentar el estado óptimo mental para competir.

No se puede decir lo mismo de la ansiedad patológica. Esta es más peligrosa porque no sólo compromete el desempeño del atleta en competencia (y su vida, en algunos casos), sino también afecta su vida personal. La intensidad de su manifestación va a variar de persona a persona, sin embargo, para su diagnóstico y tratamiento se requiere la atención profesional de un psicólogo.

Hay diversas situaciones que pueden detonar su manifestación y que no están, necesariamente, ligados a una próxima competencia. Puede surgir de un cambio brusco del régimen de vida o de entrenamiento, conflictos familiares, dificultades en relaciones sentimentales (pueden ser pareja o amigos), percibir una falta de apoyo moral o económico (un recorte en el presupuesto destinado para su desarrollo, por ejemplo).

Curiosamente, la pandemia actual puede ser causa de cualquiera de estas situaciones, si no es que de todas. Todos estamos experimentando las consecuencias de un encierro prolongado y un cambio brusco en nuestro estilo de vida, los atletas pueden resentirlo también, no son súper humanos ni semidioses griegos, son personas como nosotros que también sufren los efectos de la pandemia actual.

Seas atleta de alto rendimiento o no, es importante identificar cuando no estamos en un estado mental óptimo y buscar ayuda profesional para poder superarlo.