Defender los bosques de Coatepec, tarea de todos.
Defender los bosques de Coatepec, tarea de todos.
Por Martín
Quitano Martínez
Una sociedad crece bien cuando las personas plantan
árboles, cuya sombra saben que nunca disfrutarán.
Proverbio
griego
El lunes 20 de julio SEDATU
haría la medición de las 2 mil hectáreas de nuestros bosques de Coatepec, que
pretende regalar a un grupo de invasores, y logramos detenerlo entre todos, gracias a la suma de los esfuerzos,
gestiones y firmas que se han reunido en contra.
Se ha impedido el inicio de una
medición absurda e irregular que se sustenta en documentación falsificada, pero
no se han cancelado las intenciones, ni de la autoridad ni de los invasores.
Los invasores siguen ahí, avanzan ocupando terreno, continúan talando los
bosques, siguen agrediendo a los propietarios, amenazan, se sienten respaldados
por la autoridad que entrará a medir el terreno que ellos quieran. El problema
escala, los riesgos crecen.
Pareciera que desde las instituciones no alcanza a valorarse el daño que una acción así puede llegar a tener. Se desconocen los motivos de insistir en dar continuidad a un procedimiento a todas luces viciado, nulo de pleno derecho.
Al borde de un conflicto
social de magnitudes difíciles de calcular, la SEDATU insiste en “continuar con
el procedimiento” a una solicitud de tierras que se sustenta en la
falsificación de documentos oficiales pero fundamentalmente en la ignorancia u omisión
de las normativas ambientales. Está suficientemente estudiado y documentado que
esa zona es altamente valiosa, frágil y que debe ser protegida sin ambages. Ahí
no puede ni debe generarse un nuevo asentamiento, ni rural ni urbano. La zona
no debe cambiar de uso del suelo y su destino es la conservación de los bosques
y las fábricas de agua.
Si la autoridad valida una
dotación de terrenos, no puede ser aplicada en esa zona. Deberá cancelarse este
procedimiento e iniciar otro con la búsqueda de terrenos con vocación
agropecuaria y para el asentamiento humano, usos vedados para la zona de
bosques de Coatepec y de todos los municipios veracruzanos donde exista esta
valiosa vegetación.
Resulta indignante y por lo
menos sospechosa, la necedad administrativa de dar cabida y continuidad al
trámite, sobre terrenos de preservación ecológica, afectando propiedad privada
y propiedad municipal, siendo omiso de las violaciones a la normativa ambiental
que les aplica, afectando con ello a la región en su conjunto.
Ahora mismo, el rechazo
crece, la inconformidad no se queda solo en los coatepecanos, se amplía
regionalmente y mucho más allá. La conciencia ambiental nos une en un reclamo
frente a la impudicia de querer socavar territorios, espacios que deben estar
por encima de las ambiciones e intereses particulares.
Mientras los propietarios
legales y legítimos realizan las protestas y dan sus luchas, los ciudadanos de
otros sectores sociales, coatepecanos o no, impulsamos y reivindicamos el
derecho a reclamar la defensa de los bosques. Ojalá el ayuntamiento coatepecano
retome su papel de primer interesado y de primer afectado, adquiriendo una
presencia institucional proactiva, colectiva, de unidad del cabildo que
enfrente con seriedad y responsabilidad la puesta en riesgo del patrimonio y
riqueza municipal.
La discusión que se ha
abierto en el municipio de Coatepec respecto de la invasión de 2 mil hectáreas,
marca una nueva ruta de participación ciudadana y de discusión de las
decisiones administrativas que han favorecido la arbitrariedad y la impunidad.
La pregunta es que caminos seguirá. Encontrará la cerrazón o se entenderá que
el presente que se agrieta o el futuro que se cancela debe atenderse con la
sensibilidad necesaria para trascender y forjar lo que ahora mismo define a las
nuevas relaciones sociales, políticas y ambientales.
LA BITÁCORA DE LA TÍA QUETA
La
realidad nos cachetea con 99 feminicidios en el país en junio del 2020.
¿Cuántas más se necesitan para reconocerlo?