Editorial

¡DEJAME, TE CUENTO!

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La primera vez que llegué a Coatepec fue por un interés profesional. El llegar fue para mí, como para muchos otros, era un lugar más, indiferente, un punto en el mapa, una desviación en el camino.

Con los ojos extraños llegamos al Hotel Posada Coatepec. La maraña de pensamientos urgentes del trabajo me tenía atrapado, yo seguía siendo un extraño. Pasado el tiempo y ya cobijado por el lugar, empecé a recobrar la calma, el silencio apaciguó la vorágine de presiones urgentes que todo ser humano va cargando y deje sin darme cuenta, de ser un viajero. Coatepec se abrió para mí.

 

El Posada dejó de ser hotel, se reveló como un  espacio exuberante de vida vegetal, casi murmurando, empezó  a platicarme sus secretos a mí, sólo a mí. Al salir de mi cuarto  la sensación opresora de las cuatros paredes dejaron atrás  el umbral de mis obsesiones,  mi egoísmo se disolvió y se transfiguró en un mural de flores, en una cascada de aromas, sus murmullos de agua arrastrando vida  de alegres pájaros, acompañando a  las fuentes y atestiguando, la grandeza del sol, logró curar  la impaciencia de mis pensamientos y este mágico lugar me dijo: al oído ¡déjame, te cuento!

Coatepec es tradición de habitantes, amor a la tierra y a sus productos, escenografía colonial ilustrada con su aroma intenso y sabroso del mejor café del orbe, fruto sin flor, bañado de olores de sus hojas perfumadas y de sus granos, gente que quiere su trabajo y respeta el trabajo de los otros, fraternidad alrededor del terruño  (todos son hermanos y no es metáfora), todos son familia, no son extraños, los une el mismo sentimiento jarocho, la misma historia, el mismo recuerdo de fiestas y de respeto a sus muertos.  Pensé.

Mirando en la evocación como un  espejo y rescatando la pureza que este lugar me regaló, hay que tener presente, que  este domingo Coatepec vivirá una competencia electoral para elegir a sus próximos representantes federales para el Congreso. Hagamos de ese evento un juego limpio, un juego de respeto al otro competidor, escuchando de cada uno de ellos sus distintas propuestas, sus distintas maneras para mejorar la comunidad. No caigamos en el error de no respetar  el juego, a los jugadores y al público asistente, porque perderemos la posibilidad pacífica y no violenta de elegir civilizadamente a las autoridades políticas de la comunidad. Sin los “otros” ya no hay juego.

Si hacemos añicos al jugador, al campo de juego y a las reglas de convivencia, el juego se acaba, no solamente los jugadores perderán su espacio de contienda honorable y reglamentada, sino  también perderá el pueblo, perderá Coatepec, perderá Veracruz, perderemos todos.

“EL REGIONAL” hace un llamado primeramente a los Coatepecanos en su calidad de ciudadanos, porque todos somos veracruzanos y  familia regional antigua, hagamos énfasis en las coincidencias y no en los motivos de discordia, porque todos los problemas son superables menos la muerte. “EL REGIONAL”, se define a sí mismo como un espacio en el que todos mujeres,  hombres, niñas, niños, adolescentes, jóvenes viejos (sabios),  actores políticos y sociales,  tienen un espacio para decir, opinar y criticar en buena lid la vida cívica y cultural de la región.

Respetémonos, juguemos una justa limpia y no permitamos que los malos entendidos y  los errores de todos los contendientes de  elecciones pasadas emponzoñen el clima cívico de  la comunidad de Coatepec.

Recordando al padre de la autoridad política Aristóteles, que comunicaba su sabiduría previniendo que para poder gobernar a los demás, primeramente hay que gobernarse a sí mismo, todo actor político antes que tomar el poder, tiene que mostrar su autoridad con el ejemplo.

 

Por nuestra parte “EL REGIONAL”, institución informadora, creadora de opinión pública y de educación política honorable, extiende su mano y los espacios de esta casa editorial, en la que siempre se ha respetado, defendido y se defenderá la libertad de expresión en su vertiente del oficio periodístico y de todos y cada uno de los ciudadanos de Coatepec, sin importar posiciones partidistas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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