Pedro Peñaloza

Desigualdad y Cinismo

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Pedro Peñaloza

Y con la resaca a cuestas vuelve el pobre a la pobreza,

vuelve el rico a su riqueza y el señor cura a sus misas”.

Joan Manuel Serrat

 
1. Números y contrastes. El más reciente informe de Coneval es claro: en los dos primeros años de la administración peñista aumentó en dos millones el número de pobres. La medición de la pobreza en 2014 muestra el crecimiento de 53.3 a 55. 3 millones de mexicanos en ésta condición. Se cataloga a una persona como pobre cuando sus ingresos mensuales son inferiores a dos mil 542.13 pesos en zonas urbanas y a mil 614.65 pesos en zonas rurales (llamada línea de bienestar), mientras que los llamados pobres extremos tienen ingresos inferiores a mil 242.61 pesos en las ciudades y 868.25 pesos en zonas rurales (línea de bienestar mínimo). Coneval mide: acceso a la alimentación, acceso a los servicios básicos de vivienda, calidad y espacios de la vivienda, rezago educativo, acceso a los servicios de salud y acceso a la seguridad social.

2. Un ejemplo traumático en la región. México es el único país latinoamericano que registra una tendencia regresiva en reducción de la pobreza. Los niveles de pobreza no han cambiado en los últimos 20 años debido a la reducida tasa de crecimiento de la economía y a la desigual distribución de los ingresos. Si bien es cierto que actualmente la intensidad de la pobreza rural es más fuerte, también el crecimiento de la pobreza moderada es mayor, puesto que 62 por ciento de las personas en condiciones de precariedad en el país está en la zona urbana (Diagnóstico de Desarrollo Territorial de México, OCDE).

3. Ingresos y concentración. La fotografía de la injusticia. Los ingresos de la población mayoritaria, entre 1992 y 2014, no han tenido variaciones, el año pasado, 53.2 por ciento de los mexicanos (63.5 millones) tenían ingresos inferiores a la línea de bienestar (recursos suficientes para adquirir la canasta alimentaria), mientras en 1992 la población en ésta situación era de 53.1 por ciento. En contraste, en 1996 Forbes registró 15 mexicanos con fortunas superiores a los mil millones de dólares, en 2014 figuraron 16, sólo uno más que hace dos décadas, aunque, mientras que en 1996 las fortunas de esos 15 equivalían a 25 mil 600 millones de dólares las de los 16 sumaron, el año pasado, ¡142 mil 900 millones de dólares! Si reducimos la lista de los potentados, los cuatros multimillonarios del país son: Carlos Slim Helú, de Grupo Carso, Germán Larrea, de Grupo México, Alberto Bailléres, presidente del consejo minero Peñoles, Palacio de Hierro, Grupo Nacional Provincial y Profuturo, y Ricardo Salinas Pliego, de Grupo Salinas, Elektra, Banco Azteca y Tv Azteca. A partir de 2004 la riqueza de Slim despegó significativamente. En el caso de los otros tres multimillonarios, ocurrió dos años después.

Una característica de los cuatro, es que una parte significativa de su fortuna proviene de sectores privatizados, concesionados o regulados por el sector público. Veamos: Slim incrementó su fortuna al controlar Telmex, Larrea y Bailléres son dueños de empresas mineras concesionadas y Salinas Pliego de la televisora pública Imevisión.

Epílogo. Frente a éstos datos duros, la burguesía seguramente ni los tomó en cuenta o brindó con Champagne (o alguna bebida cara) y con carcajadas de por medio. En tanto, la burocracia política dominante recibió palmadas de sus jefes e inclinó el espinazo. Del lado de los oprimidos y excluidos, quizá hubo muestras de molestia, o de indiferencia y en el peor de los casos de ignorancia. Entre el cinismo y la inmovilidad. La náusea.

pedropenaloza@yahoo.com                         Twitter: @pedro_penaloz

 

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