Día Internacional del Libro
René Sánchez García
El pasado 23 de abril se celebró el Día Internacional del Libro. Esta fecha resulta bastante simbólica para el mundo de la cultura y especialmente para la literatura universal. En un día como éste murió (año de 1616) Miguel de Cervantes Saavedra, autor del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, libro representativo de la literatura española. También se registra el deceso del poeta Garcilaso de la Vega, autor de La florida del Inca. Igual ese 23 de abril es fecha de nacimiento de otros famosos escritores como Maurice Druon, K. Laxness, Vladimir Nabokov, Josep Pla y Manuel Mejía Vallejo.
Por ese motivo la UNESCO eligió esta fecha durante su Conferencia General para rendir homenaje al libro y a los autores, animando y motivando así a todos los habitantes del mundo, y en especial a los jóvenes “a descubrir el placer de la lectura y a respetar la insustituible contribución de los autores al progreso social y cultural”. Si bien, hace un poco más de 500 años de que el libro ha contribuido en alimentar el espíritu humano, éste se niega a desaparecer, pese a los avances tecnológicos y científicos que se han desarrollado a partir de la segunda mitad del siglo XX a la fecha. Es cierto, cada día hay menos lectores en el mundo, pero existen ya bibliotecas electrónicas, bibliotecas virtuales, libros electrónicos, libros digitales, audiolibros, etc., que facilitan la continuidad de la cultura universal. El papel viene siendo sustituido por lo electrónico, pero sigue siendo la palabra la que impera para comunicarnos y manifestar al mundo lo que queremos decir.
Las bibliotecas y las librerías cada día son más escasas y menos visitadas. En los centros escolares se lee sólo lo estrictamente necesario, no más. Ahora, se lee en los lugares públicos, en los autobuses de pasajeros y en el metro, en las salas de espera de estaciones, hospitales, en las filas de los bancos y del cine, en las cafeterías, en los centros religiosos, etc. Y los libros se consiguen en los supermercados, en los tianguis, en las ferias de libros o en reuniones culturales, pero más en los sitios electrónicos que nos brinda el internet. Ahora los adultos leen cada vez menos y leen lectura clásicas como deseando ponerse al corriente del tiempo perdido. Son ahora los jóvenes quienes leen un poco más, aunque sus temas son muy variados.
Presento a ustedes los 10 libros más leídos y vendidos en el mundo en los últimos 50 años, de acuerdo con la comunidad Baratz. La Biblia, ocupa el primer lugar con 3,900 millones de copias vendidas. En segundo, Citas del Presidente Mao Tse-Tung (igual conocido como el libro rojo) con 820 millones de copias. El tercero lo ocupa Harry Potter con un total de 400 millones. El cuarto lo tiene El señor de los anillos, con 103 millones de ejemplares. El quinto lugar es para El Alquimista, con 65 millones de copias. El sexto espacio lo obtiene El Código da Vinci, con 57 millones de copias. El séptimo lo obtuvo Crepúsculo con 43 millones aproximadamente. El octavo le corresponde a Lo que el viento se llevó, con 33 millones de tomos vendidos. El noveno lugar es de Piense y hágase rico, con una venta de 30 millones de copias, y finalmente, el décimo lo ocupa El diario de Ana Frank, con 27 millones de ejemplares vendidos.
Mi autor preferido, Jorge Luis Borges, alguna vez expresó: “De los diversos instrumentos inventados por el hombre, el más asombroso es el libro; todos los demás son extensiones de su cuerpo…sólo el libro es una extensión de la imaginación y la memoria”. También mencionó: “Hay quienes no pueden imaginar un mundo sin pájaros; hay quienes no pueden imaginar un mundo sin agua; en lo que a mí se refiere, soy incapaz de imaginar un mundo sin libros”. Igual dijo: “No sé si hay otra vida. Si hay otra, deseo que me esperen en su recinto los libros que he leído bajo la luna con las mismas cubiertas y las mismas ilustraciones, quizá con las mismas erratas, y los que me deparan aún el futuro”.
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