DÍA MUNDIAL DEL LIBRO
DÍA MUNDIAL DEL LIBRO
El pasado
día 23 de abril se llevó a cabo, en varias ciudades del planeta, la celebración
del Día Mundial del Libro. Históricamente
esta fecha tiene que ver con los festejos a Sant Jordi (San Jorge) donde es
costumbre regalar libros y rosas. En México se realizaron diversos actos para
dicha conmemoración, aunque empañadas por los datos que hace unos días presentó
el Inegi, en el sentido de que “este año se leyeron solo 3.4 ejemplares por
persona, contra 3.8 del año 2022”. Aunque se reconoce un incremento de lectura
de libros digitales, que pasó de 12 a 21.5 por ciento (2021), en detrimento de
la lectura en impresos.
En los resultados de una
encuesta aplicada por el mismo Inegi, se menciona que el tiempo promedio por
sesión de lectura en México es de 42 minutos. Los encuestados señalan “que
siguen prefiriendo los libros impresos (40.8 por ciento), mientras que un 37.7
lo hacen haciendo uso de páginas de internet, foros y blogs. Quienes más leen
tienen de 18 a 24 años de edad, donde 81.3 por ciento son los hombres y 80.2
son mujeres”. Situación anterior que coloca a México como unos de los países en
el mundo con pocos lectores. En dicha celebración se habló que el reto es
generar más lectores y abaratar los precios de los libros.
La escritora Paloma Sáiz,
integrante de la Brigada para Leer en Libertad, lamentó que “persistan los
precios altísimos de los libros, lo cual dificulta que la mayor parte de los
lectores en este país piensen en ir a comprar en una librería”. Aunque siendo
sinceros, la raíz de este problema del gusto por la lectura, tiene sus orígenes
en la familia, en la escuela, en la sociedad y en el mismo Estado, quienes no
coordinan esfuerzos para fomentar este bello hábito, “donde el libro sigue
siendo imprescindible para la cultura, misma que puede cambiar la vida”. Por
ello se hace necesario abolir el IVA a las cadenas intermediarias y bajar los
costos.
Por ello se hace necesario
seguir fomentando las ferias de los libros (nuevos y usados), los remates en
paquete, los libroclubes y los círculos de lectura en las colonias, así como en
los centros escolares de todos los niveles. Paco Ignacio Taibo II, director del
Fondo de Cultura Económica, señaló: “Que un libro no puede ser un objeto que
impida que un adolescente lea, por ello se deben crear más redes de
distribución, pero sobretodo que las bibliotecas y librerías salgan a la calle
y fomentar nuevas donde no las hay. Hay que sacar los librobuses y las
librerías móviles a las calles, a las montañas, a los llanos y a los pantanos,
que lleguen a donde están los lectores”.
Asimismo, añadió: “Hay que
compartirles que leer es apasionante, revolucionario y transformador; abre
ventanas que permiten que el mundo sea más pequeño y más grande al mismo
tiempo. Leer es un verdadero goce”. Leer libros no te va a volver más guapo o
inteligente, ni siquiera más rico, pero te va a enriquecer de manera brutal,
porque te da el poder de conocer, de saber y de discutir con el mismo texto. Que vivan por siempre los libros y también los lectores.