EDUCACIÓN Y AUTOESTIMA
EDUCACIÓN Y AUTOESTIMA
Salvador Farfán
Infante
No olviden que
seguimos viendo la Autoestima en Edad Preescolar, así que espero vayan
guardando estos apuntes, ya que les van a servir para entender este infierno en
el que caemos las personas con esta enfermedad, así que empecemos:
Sin embargo, hay
niños que no alcanzan este grado de confianza, orden y desenvoltura. Si
pensamos que una pequeña dosis de dependencia es útil, también es posible que
algunos niños tengan una necesidad constante de verse reafirmados y atendidos
por otros. Este tipo de dependencia puede retardar o interferir en la
adquisición de una buena autoestima.
Los factores
relacionados con el ambiente social en el que se desarrolla el niño pueden
interferir en la autoestima. Así por ejemplo, una situación estresante o de
crisis familiar, como el divorcio o la muerte de un familiar, puede ser nociva
para la
interacción que
sostiene con sus padres, maestros y amistades.
La calidad de estas
relaciones toca el núcleo donde tiene su origen la autoestima y representa el
primer componente que influye en su desarrollo. Por lo tanto, podemos afirmar
que las interacciones positivas en el ambiente social del niño son el fundamento
de una buena estima de sí mismo.
El tipo de educación
que transmiten los padres es también un componente importante en el desarrollo
del niño. Diversos estudiosos de la autoestima coinciden en que existen tres
tipos sobresalientes de educación:
1. Liberal.
2. Permisiva.
3. Autoritaria.
El tipo de educación
liberal y el autoritario ejemplifican los extremos de este planteamiento. El
siguiente cuadro ilustra las diferencias entre los tres modelos.
Los infantes obtienen
beneficios de las interacciones positivas que sostienen con las personas que
conviven, pues constituyen la fuente que les transmite calidez y empatía.
Quienes reciben una educación liberal se muestran más dispuestos a desarrollar
una mejor autoestima. Gracias a la relación con sus padres adquieren seguridad,
aprenden a aceptarse y a tener confianza en sí mismos y en los demás.
Los tipos de
educación autoritaria y permisiva pueden dar lugar a una baja autoestima porque
no promueven una actitud de confianza, constancia, respeto y sentimientos de
seguridad.
La educación
autoritaria es una forma de disciplina severa e intransigente en la que se
fomenta y utiliza el temor para ser obedecido. Esta forma de educación enseña
al infante que sus opiniones cuentan muy poco. El resultado que se obtiene a través
de esta educación puede impedir que el niño en edad preescolar desarrolle una
imagen positiva y confiable de sí mismo.