Pedro Peñaloza

El bullying estructural

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Por: Pedro Peñaloza

“Lo que se obtiene con violencia, solamente se puede mantener con violencia”.

Gandhi.

1. La sorpresa frente a lo antiguo, frente a lo evidente. La oleada de reacciones ante la expresión pública del bullying (anglicismo -acoso escolar múltiple-), sólo muestra y ratifica la notable hipocresía y doble moral que campea entre la clase gobernante y diversos segmentos sociales. Arquear la ceja y mostrar preocupación son representaciones momentáneas y poco creíbles.

2. Los decretos desde el poder y la necia realidad. Como es usual, el grupo gobernante reacciona a los fenómenos una vez que les estallan en la cara, su incapacidad previsora y visionaria es notable y cíclica. Uno botón de muestra lo es el hecho de que Peña Nieto se haya pronunciado por «erradicar el bullying» (24/mayo/2014), como si fuera una plaga de temporal que puede combatirse con sustancias químicas. Por supuesto que no, pero el solo hecho de emitir dicha opinión, dibuja de cuerpo entero la enorme incapacidad para plantear propuestas integrales, multifactoriales y poliédricas.

3. Campañas de impacto…para reflectores. Ahora resulta que las burocracias gubernamentales de los distintos niveles de Gobierno y las asociaciones de distinto signo, han anunciado actividades y se han erigido como vehículos para encarar el fenómeno de moda. Otra vez, el oportunismo disfrazado de almas bienhechoras y de funcionarios probos y preocupados reaparece, para recordarnos que lo único que importa es instrumentar políticas y acciones ineficaces, efímeras y de relumbrón, haciendo abstracción de la génesis de la fenomenología social. Así lo muestra la retahíla de cifras que las instituciones públicas han difundido de las diversas manifestaciones de violencias en los ámbitos escolares, sin proponer una nueva mirada para atender los múltiples elementos que convergen en la detonación de las agresiones.

4. ¿Combate sin instrumentos institucionales? Habría que tener presente que en el panorama nacional las violencias contra niños y jóvenes son atendidas o adquieren relevancia sólo cuando se presentan hechos que resaltan y amplifican los medios de comunicación. Sólo en esos casos.

El maltrato a estos grupos etarios, en la escuela, en la(s) familia(s), en las comunidades y en los espacios públicos, no han merecido la debida atención en la construcción y puesta en marcha de políticas públicas; es más, existen acciones y prácticas cotidianas desde el poder para lastimar, excluir, perseguir y criminalizar a niños y jóvenes -especialmente pobres-, se hace de distintas maneras, a veces visible y en otras en la clandestinidad. De eso, hay gran cantidad de testimonios y cifras verificables. ¿Cómo es posible que ahora los miembros de la clase política, se desgarren las vestiduras ante hechos denunciados potencializados en los medios, y en la práctica se realice una oleada cultural, social y represiva contra los niños y jóvenes?

5. Un dato incontrovertible contra los jóvenes. En menos de cinco años la PGR detuvo a más de 140 mil personas en todo el país por portación de drogas en dosis pequeñas. Esto a pesar de que desde 2009 la Ley General de Salud permite la posesión de ciertas cantidades de drogas, como es el caso de la mariguana. Una persona puede portar hasta cinco gramos sin ser arrestado. Es decir, la criminalización al portador de esas porciones de droga da pie a múltiples violaciones de derechos, desde la corrupción, hasta la consignación amañada y atrabiliaria. ¿Alguien desde el Gobierno o desde los comités de buenas conciencias han hecho algo para detener éste y otros atropellos? Así que se requiere menos cinismo y más política social medible y verificable.

pedropenaloza@yahoo.com

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