El dinero de la Ciencia en entredicho
Por René
Sánchez García
Resulta que, a mediados del
mes de junio pasado, la Fiscalía General de la República (FGR), notificó por
escrito a 31 científicos de “gran prestigio nacional e internacional”, que
habían sido previamente investigados y después acusados de acuerdo con las
leyes vigentes, por los delitos de delincuencia organizada y por el manejo de
recursos económicos de procedencia ilícita. Para entender todo esto mejor,
desde el año de 2002 al 2019, el Gobierno de México entregó anualmente recursos
económicos al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), sin que éste
haya transparentados adecuadamente el destino de dichos recursos hasta el
momento actual.
Pues bien, el Conacyt creó
lo que se llamó Foro Consultivo Científico y Tecnológico, AC., (algo no
contemplado dentro de la Ley de Ciencia y Tecnología del 2002), y desde allí se
distribuían los recursos económicos para apoyar todos los proyectos y programas
científicos y académicos surgidos de las universidades públicas y privadas del
país, así como varios proyectos especiales del sector empresarial, para así
mejorar la calidad de la ciencia y la tecnología en México. En éste Foro
también se depositaban recursos económicos privados, de allí que en este
momento sean considerados (lavado de dinero) ilícitos. En los informes
financieros del Foro, la FGR encontró inconsistencias graves en los gastos.
Como era de esperarse, la
élite de científicos y académicos de alto nivel se inconformaron ante tal
demanda penal, argumentando que “sus derechos han sido violentados, ya que ni
siquiera conocen de qué se les acusa exactamente”. Igual rechazan
categóricamente “haber incurrido en hechos de corrupción durante su paso por
dicho Foro”, y piden al presidente Manuel López Obrador detenga la confrontación
con la comunidad científica que se ha generado y que a nadie beneficia. Las
directoras del Foro argumentan que “los trabajos que se realizaron en los 18
años de vida del Foro, no eran frívolos, sino de gran relevancia para el país”.
Pero de acuerdo con la FGR,
los comprobantes de gastos revisados no hablan de la aplicación en un 100% en
beneficio de la ciencia y la tecnología en México, sino de un desvío multi
millonario en viajes a diversos países del extranjero y de lugares dentro del
país, la compra de una lujosa y costosa residencia para descanso, comidas y
cenas en restaurantes bastante caros, excesos en pagos a becarios, compra desmedida
de automóviles y equipos tecnológicos, pago de impuesto sobre la renta
improcedentes, así como otras irregularidades.
La comunidad científica apoya ya a la crema y
nata intelectual que ha sido demandada, en tanto la sociedad civil menciona que
no se trata de un ataque a la ciencia y a la cultura nacional, sino a
esclarecer de lo que se les acusa, pues son seres humanos que también saben
cómo “manejar adecuadamente” los dineros ajenos, en este caso, los dineros que
pertenecen al pueblo.
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