El narco y AMLO

Por Salvador Muñoz

“¿Qué está sucediendo en cuanto a la siembra de enervantes? Pues ya está en franca decadencia la siembra de los enervantes que más se cultivaban como la mariguana, la amapola, porque ahora lamentablemente lo que más se está usando para envenenar a los jóvenes es el fentanilo, son los químicos”.
La frase del Pejedente Andrés Manuel López Obrador sacudió a más de uno en los medios por el sentido que tiene sin que ello deje de ser verdad. Es cierto que la producción de amapola en el Triángulo Dorado (Chihuahua, Sinaloa, Durango), así como en Guerrero, ha bajado, de acuerdo a las investigaciones con las que basa sus dichos AMLO. Es cierto que el fentanilo, químico similar a la heroína pero más potente y de efectos más rápidos, se apoderó del mercado ilegal estadunidense, el cliente inmediato del narco mexicano… pero la sola expresión del Mandatario pareciera un lamento más que una realidad.
¡Ojo! La producción de amapola no debe verse como algo del diablo… no… al final, su producción no deja de ser clave para medicamentos como la morfina, esencial para el dolor en enfermedades o incluso, traumatismos severos. Por eso, países como Francia o España la cultivan, eso sí, bajo medidas de vigilancia muy estrictas.
Quizás, e insisto, quizás la idea del Pejedente, ahora que está en boga el uso de la marihuana con fines medicinales y hasta recreativos con medida, es incluir la amapola con el primer sentido para su exportación legal o bien, para venta a farmacéuticas… y también insisto: sólo que en la forma de decirlo y con los antecedentes que todos conocemos, da lugar para pensar en que más que un comentario lleno de conocimiento y buenas intenciones, haya lugar para un lamento y hasta quienes lo vean como pro-narco.