El País que todos queremos
Por: Linda Rubí Martínez Díaz
Hola amigos lectores, es un gusto saludarlos a la vez que agradezco sus comentarios. Me siento muy contenta por tantas muestras de cariño.
La semana pasada hablamos un poco de los puentes y tocamos el tema de la gran pérdida de valores que hay en nuestra sociedad, de que es necesario rescatar nuestra identidad nacional para saber quiénes somos, pero sobre todo para dar un sentido hacia dónde vamos como País. El desafío más grande que enfrenta México es reconstruirse. Y aquí surge la siguiente pregunta: ¿qué es lo que los mexicanos queremos?
En lo personal y por los comentarios que se perciben, queremos que se acabe la violencia, la corrupción, el nepotismo, que haya crecimiento económico, que a nuestros campesinos les apoyen para que sus productos tengan valor agregado, que a la gente se le den las herramientas necesarias para generar trabajo, que se acabe el paternalismo.
Sé que un año es difícil resolver todos los problemas que enfrenta este País. Y no solo es tema de las autoridades, sino también de la sociedad. Todos, desde nuestra trinchera debemos poner un granito de arena. Y no es cuestión de Partidos Políticos, ni de ideologías sino de voluntad colectiva. Ya basta de rencores y de venganza. Queremos que se apliquen los principios que rigen el servicio público, los cuales por mencionar algunos son: legalidad, profesionalismo, imparcialidad, eficiencia y eficacia.
Es molesto el clima de ataques y señalamiento de culpables, el cual continúa a pesar de los relevos en el gobierno. Lo que nos debe unir es el amor por nuestro País, sin intereses personales o de grupos. Qué razón tiene mi madre al decir que no son los partidos políticos el problema, son las personas que por ambición de poder y de riqueza se olvidan del que más lo necesita.
La ciudadanía, hace más de un año, emitió su voto y muchos lo hicieron por enojo, con justa razón, aunque sin un análisis adecuado ni una conciencia democrática real. Por ello, es mentira que quienes obtuvieron el triunfo, tengan esa base firme de apoyo. La ciudadanía votó por un cambio de régimen, independientemente de los que encabezaban las candidaturas. No se equivoquen y se llenen de elogios; mejor sean humildes y practiquen una política de servicio.
Por mejores intenciones que tenga el Presidente de la Republica, si alguno de los funcionarios en los tres niveles de gobierno carecen de principios éticos, es muy difícil que se logre avanzar en la reconstrucción de nuestro País, de nuestro Estado o nuestros Municipios. No se olviden que lo importante es trascender y dejar huella para el bien común. La vida es una ruleta de la fortuna y el poder no es eterno, eso quedó más que demostrado.
Los mexicanos necesitamos un País donde la unión haga la fuerza, donde no sólo culpemos al gobierno de lo que sucede, sino que todos colaboremos para hacer un México de mejores oportunidades para todos.
Para ello propongo que empecemos por nosotros mismos para ser buenos ciudadanos, apoyándonos los unos a los otros. Cultivando el amor, el respeto, la tolerancia, la honradez, la humildad. Tratemos de ser mejores seres humanos.
Comentarios: lindys127@hotmail.com
¡Abrazos y bendiciones!
