El Patrimonio Histórico de Coatepec: La iglesia de Fátima
CRÓNICA COATEPECANA
Dr. Jesús J. Bonilla Palmeros
jesus_bonilla1@hotmail.com
La iglesia de Fátima es uno de los edificios católicos que resaltan en el centro de la ciudad de Coatepec, cuya construcción se debe a la iniciativa del señor cura don Ángel Sánchez Pérez, quien de manera entusiasta propuso y llevó a cabo una serie de obras en beneficio de los coatepecanos.
Realmente no tenemos la fecha exacta sobre el inicio de la construcción de la Capilla de Fátima, pero debió de ser en la segunda década del siglo XX cuando se iniciaron los primeros trabajos. Originalmente la construcción era de una sola nave y no tenía la extensión que actualmente presenta, aparte de que sólo se le construyó la torre derecha y a una menor altura. La edificación de la capilla se suspendió en varias ocasiones, debido a los limitados recursos y a la persecución religiosa, razón por la que el Padre Ángel Sánchez en su calidad de extranjero debió abandonar el país en dos ocasiones: la primera rumbo a la Habana, Cuba y la segunda a España, de donde regresó después de 1937.
El día primero de octubre de 1956 es nombrado Capellán de la Capilla de Fátima el Presbítero Benjamín Ayala López, quien se encargaría de promover la ampliación de la construcción religiosa, y aún sin concluir se pone en servicio la iglesia de Fátima en el mes de octubre de 1960, con motivo de las Bodas de Plata Sacerdotales del Presbítero Benjamín Ayala López.
En una entrevista a doña Adelina Texon Guerrero, mencionó que cuando llego el Padre Ayala a la Capilla de Fátima, dispuso un recorrido con el Santísimo por las calles de Coatepec, para lo cual montaron un pequeño altar sobre un carro de redilas, y refiere la informante que en la calle mucha gente se hincaba en la calzada de piedra o las banquetas al paso del preciado icono católico. Acción de gran fervor que le valió al padre Ayala ganarse la confianza de la gente y por consiguiente lograr el apoyo económico para emprender la ampliación de la iglesia.
En el año de 1967 se concluye el Templo de Fátima después de once años de trabajo constante, en los que el Presbítero Benjamín Ayala López amplió la capilla original a un templo de tres naves, mismo que cuenta con 40 ventanas y 50 candiles. Tiene varias imágenes talladas en cedro, aparte se adquirió un órgano Hamond, un carrillón con 42 campanas electromagnéticas y un reloj que cada hora entonaba hermosas melodías en honor a la Reina del Cielo. La duración del reloj fue por un corto tiempo, debido a que cada cuarto de hora tocaba una parte del Ave María y a la hora en punto ejecutaba la melodía completa, razón por la cual los vecinos protestaron y entregaron un documento a las autoridades donde solicitaban fuera apagado, bajo el argumento de que no podían conciliar el sueño durante la noche. Dicha situación determinó que el Padre Ayala mandara a quitar el preciado reloj y con el tiempo se deteriora por falta de uso y mantenimiento.
A lo largo de esos once años, también se edificó bajo la coordinación del Padre Ayala, un salón de actos anexo al templo, con capacidad para 500 personas sentadas en luneta y 150 en galería. Al igual que el templo, el salón fue decorado con oro de 23 kilates y medio.
Hacia el año de 1967 se lleva a cabo en el Templo de Fátima, el 2º Congreso Eucarístico Mariano entre los días 9 y 13 de octubre. La celebración se hizo para festejar los 50 años de las apariciones de la Virgen de Fátima en Cova de Iría, Portugal, así como la conclusión del Templo de Fátima, mismo que fue solemnemente bendecido el día 9 de octubre por parte del Arzobispo de Xalapa, don Manuel Pío López y el señor Obispo de Tehuacán, Dr. Rafael Ayala y Ayala.[1]
Referencia bibliográfica
Boletín del 2º Congreso Eucarístico Mariano, Coatepec, Ver., octubre de 1967