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El reconocimiento al General Arnulfo R. Gómez, por su sacrificio en defensa del antirreeleccionismo

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Dr. Jesús J. Bonilla Palmeros

Cronista de la ciudad de Coatepec

 

La captura en las cercanías de Teocelo y posterior fusilamiento del general Arnulfo R. Gómez en la ciudad de Coatepec, es uno de los tantos eventos que dejaron honda huella en el devenir histórico de la sociedad Coatepecana. Hasta hace algunos años, tuvimos la oportunidad de escuchar y registrar diversos relatos por parte de algunas personas de edad avanzada, en lo referente al fusilamiento del general Gómez en el panteón de Coatepec.

La señora Lucrecia Pedraza Benítez mencionaba con mucha emoción que el general había establecido su cuartel en la casa de su señor padre en Ayahualulco, y que en una cena ofrecida al general tuvo la oportunidad de platicar sobre diversos aspectos, entre ellos la curiosidad por saber a qué se debía la “R” en su nombre. Por su parte don Abraham Contreras recordaba con mucho detalle y respeto, el fusilamiento del general en el panteón de la localidad, sobre todo porque al formar parte de la guerrilla de la fábrica de Las Puentes, les fue solicitado apoyar al destacamento de soldados para contener a la multitud reunida en el lugar, de tal forma que le tocó presenciar el fusilamiento a escasos metros de donde se llevó a cabo. También doña Elvira Altamirano Estévez recordaba con cierto dejo de tristeza aquella mañana que vio descender al general del tren, en la famosa “Y”, punto cercano al panteón de Coatepec. A diferencia de doña Adelina Texon Guerrero, quien vivió de lejos el evento y refería que el hecho trastocó la vida cotidiana del pueblo desde muy temprana hora, cuando por las calles la gente gritaba ¡Van a fusilar a Arnulfo R. Gómez!

El fusilamiento del general Arnulfo R. Gómez, fue la consumación de una serie de eventos que se sucedieron desde tiempo atrás, cuando fue designado candidato a la presidencia de la República por el Partido Antirreeleccionista. De tal forma que para tener un acercamiento de los antecedentes, realizaremos un seguimiento a través de las noticias de los periódicos de la época, a reserva de que no descartamos la posibilidad de que los datos hayan pasado por la censura de las autoridades de aquel entonces, o presentar determinada tendencia de acuerdo con los diversos intereses de quienes registraron y difundieron la información.

El día primero de octubre se publica en primera plana de “El Universal” las respuestas del general Arnulfo R. Gómez (Candidato del Partido Nacional Antirreeleccionista), a las imputaciones que le hicieron los generales Cándido Aguilar y Rodolfo Herrero, donde le vinculan con el asesinato del presidente Venustiano Carranza, y responde lo siguiente:

“… tanto en la versión de Cándido Aguilar como en la de Rodolfo Herrero, hay inexactitudes. No es cierto que las tropas que asaltaron la choza en que descansaba el señor Carranza, lo hayan hecho al grito de “Viva Gómez”, la prensa de aquellos días informó ampliamente sobre el particular, expresando que los soldados atacantes gritaban “Viva Obregón”. Además yo no conocía a Herrero. Sino hasta después de la muerte del señor Carranza. Es cierto que yo tengo en mi poder la pistola que perteneció al ex Presidente, y ésta me fue regalada por el señor general de división Benjamín G. Hill.

            Creo que el actual no es el momento más oportuno para aclarar quién es el autor moral de la muerte del señor Carranza, pues el general Obregón disfruta de Poderosísima influencia en la actual administración. El día en que triunfen los principios revolucionarios – y triunfarán, estoy seguro de ello -, hoy amenazados por la ambición y falta de moralidad de un hombre, se hará completa luz sobre este asunto”

“Como han circulado algunas versiones de que he renunciado mi candidatura a la presidencia de la República, y de esas versiones hasta ha llegado a hacerse eco la prensa, considero pertinente declarar que siendo mi referida candidatura producto de una Convención Nacional efectuada por un Partido que tiene una fuerte organización en toda la República, yo no puedo decidir por mí mismo sobre el asunto. Al aceptar mi candidatura en la Convención, contraje compromisos con el Partido Nacional Antirreeleccionista, que representa todas las fuerzas vivas del país.

            Por lo demás, tanto el señor general Serrano como yo, trabajamos activamente y de consuno por los principios de No Reelección y de Sufragio Efectivo, presentando un solo frente a los que intentan defraudar esos principios, que tanta sangre y tantos sacrificios han costado al pueblo mexicano.

            Próximamente reanudaré mi jira democrática, y aunque he recibido invitaciones de todas partes del país, acudiré primeramente al llamado de los habitantes de Sonora y Sinaloa. En estos Estados, verdaderamente revolucionarios, no hay obregonistas, y aunque sé que no tendré garantías de parte de las autoridades, a pesar de ello, cumpliré con mi deber, visitando las principales poblaciones…” (1)

Días después el cuatro de octubre aparece en las primeras planas de los principales diarios, la nota de la sublevación de varios militares, encabezados por el General de División Francisco R. Serrano, quien junto con trece de sus acompañantes se les formó un Consejo de Guerra y condenados a ser fusilados. En relación con el evento, el propio Presidente de la República hizo declaraciones en lo referente a que desde tiempo atrás tenían conocimiento de que los generales Serrano y Gómez, habían hecho invitación a varios generales para iniciar la rebelión en contra de su gobierno. En el mismo tenor declara que contaba con información de que ambos generales habían decidido ponerse al frente de la rebelión, el general Serrano en el Estado de Morelos y el general Gómez en el Estado de Veracruz, de tal forma que informa el haber girado instrucciones para que el general José Gonzalo Escobar, con dos mil quinientos hombres se encargue de sofocar la rebelión en Texcoco (2).

            La detención y emboscada en la que es asesinado el general Francisco R. Serrano, precipitan la salida del general Arnulfo R. Gómez de la ciudad de México, quien toma rumbo hacia Perote, al parecer buscando el apoyo de antiguos amigos cuando fue Jefe de Operaciones Militares en Veracruz. Ocupa brevemente la Fortaleza de Perote, la cual abandona sin combatir y busca nuevas posiciones, al parecer se desplazó con su gente a la ranchería “El Triunfo”. Mientras el general Almada avanza con un contingente para unirse al del general Gómez (3)

            Posteriormente el general Gómez con los militares que le apoyan se establece en Ayahualulco, y preparan las estrategias a seguir en el combate contra las fuerzas del general de división José Gonzalo Escobar. Enfrentamiento que después de algunas horas de lucha, favorece a las fuerzas federales y origina gran cantidad de bajas, aparte de la rendición de una fracción de soldados que apoyaban al general Gómez. Ante la derrota no le queda otra opción al general Arnulfo R. Gómez y jefes militares incondicionales a sus ideales, el desplazarse hacia otros puntos de la región en busca de apoyo.

            A fin de evitar la huida del general y militares que le acompañan, se establece un cerco en un área de aproximadamente treinta kilómetros, mediante la ubicación estratégica de las fuerzas federales comandadas por los generales José Gonzalo Escobar, Jesús M. Aguirre, Gilberto R. Limón y Lázaro Cárdenas (4)

            Posteriormente el día cuatro de noviembre el general de división José Gonzalo Escobar envía un comunicado a la Presidencia de la República, en donde se refiere lo siguiente:

“Hago del superior conocimiento de usted que a las 24 horas acabo de capturar a infidente Gómez, quien cayó emboscada que al efecto establecí al oscurecer en el monte que hay entre ésta e Ixhuacán, capturándolo yo mismo, cayendo también en nuestro poder el ex teniente coronel Francisco Gómez Vizcarra y dos individuos más que acompañabanlos. Siento gusto el haber podido cumplir mi promesa. Espero en el aparato sus respetables órdenes.- El General de División, Jefe de la Columna, J.G. Escobar” (5)

            A diferencia de lo informado por el general Escobar, en la tradición oral de la región se refieren versiones con mínimas variantes, en lo referente a los hechos que culminaron con el apresamiento del general Gómez, y una de ellas es la siguiente:

“…después de algunas semanas llegó a refugiarse, ya derrotado y muy enfermo a las cercanías de Teocelo, donde fue traicionado y  entregado a las tropas del gobierno por un individuo lugareño que hipócritamente se puso a sus órdenes, y a quien había enviado a Teocelo por víveres y algunos medicamentos, ese enviado hizo la denuncia ante el jefe militar del gobierno y personalmente condujo a los soldados que aprehendieron al general Arnulfo R. Gómez, en el lugar en que esperaba a su enviado con las medicinas y alimentos…” (6)

Al otro día de haber sido apresados, fueron fusilados el General Arnulfo R. Gómez, su sobrino Teniente Coronel Francisco Gómez Vizcarra y el Coronel Salvador Castaños Flores, en cuanto al desarrollo de los hechos don Abraham Contreras relata lo siguiente

“…tuve la oportunidad de observar todo lo ocurrido a partir de ese momento, en la estación de Coatepec se detuvo el tren, el general Aguirre ordenó que se trajera a un notario público, fueron por el licenciado don Patricio García y Sedas, y en el salón grande de la cantina “La Estrella de Oro”, se constituyó el Consejo de Guerra Sumarísimo que sentenció a muerte al general Arnulfo R. Gómez, a su sobrino el Coronel Gómez Vizcarra y a otro jefe más. Se mandó echar el tren de reversa hasta la esquina de Cuauhtémoc y Bravo, se bajó a los prisioneros, y además de la escolta federal se ordenó que las guerrillas de Las Puentes y de San Marcos reforzaran la escolta, así este servidor pudo presenciar el fusilamiento desde regular distancia. Al general Arnulfo R. Gómez se le vendaron los ojos y fue ejecutado el primero, en segundo lugar su sobrino el Coronel Gómez Vizcarra quien prohibió que lo vendaran, pronunció una fuerte blasfemia al pelotón de fusilamiento pidiendo que no le pegaran en la cara, se desabotonó la chamarra y llevándose ambas manos al pecho les dijo “aquí hijos de…” (7)

La reconstrucción de los hechos con base en los datos aportados por don Abraham Contreras, podemos complementarlos con la información proporcionada por la familia Flores Rebolledo, quienes refieren que en el transcurso de la mañana de ese día llegaron varios soldados de las fuerzas federales a la casa del señor Arturo Flores Espinoza, quien desempeñaba el oficio de fotógrafo, para que les acompañara hasta el panteón de la localidad, y tomara las fotos del fusilamiento de los sentenciados por el Consejo de Guerra a ser pasados por las armas:

“Entonces se fue mi papá Arturo Flores con su asistente Antonio Lajud Chevel directo al panteón, ya en el lugar encontró al general solo y se le acercó con el pretexto de ofrecerle un cigarro, para entablar plática con él por unos minutos…acto seguido le ordenaron se formaran para cumplir la sentencia. Después del fusilamiento se vinieron con la escolta de soldados hasta el cuarto oscuro y entraron los soldados para cuidar el proceso de revelado, pero como no se veía nada por la oscuridad y mi papá sabía dónde se encontraba todo, pudo en la oscuridad esconder algunas impresiones, ya terminado el trabajo de revelado e impresión, los soldados recogieron fotos y placas que se llevaron como evidencia de la ejecución. Todo ello certificado por el Licenciado Patricio García y Sedas…” (8)

Estimados lectores posteriormente les presentaremos los datos referidos por las diversas personas que fueron entrevistadas hace algunos años, sobre relevante episodio de la historia regional. Agradecemos a la familia Flores Rebolledo, el haber proporcionado fotografías tomadas por su señor padre, en el importante evento que pervive en la memoria histórica de los Coatepecanos.

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Referencias Bibliográficas

1.- Diario El Universal, sábado 1 de octubre de 1927, número 3993, p. 1

2.- Diario El Universal, martes 4 de octubre de 1927, número 3996, pp. 1 y 10

3.- Diario El Universal, miércoles 5 de octubre de 1927, número 3997, p. 12

4.- Diario El Universal, miércoles 12 de octubre de 1927, número 4004, p. 1

5.- Diario El Universal, domingo 6 de noviembre de 1927, número 4029, p. 1

6.- Entrevista a don Abraham Contreras en Coatepec, Ver., el día 23 de enero de 1991.

7.- Idem

8.- Entrevista a la Mtra. Silvia Flores Rebolledo en Coatepec, Ver., el día 30 de septiembre de 2015.

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