EL REINO DE LA DESESPERANZA
EL REINO DE LA DESESPERANZA
Para Carlos Martín
Briceño
Rafael Rojas Colorado
Carlos Martín, te saludo a través de estas
líneas. Juan Pablo me entregó el libro que, amablemente, me obsequiaste en tu
reciente visita en el mes de octubre a la ciudad de Xalapa, Veracruz, seas
siempre bienvenido.
Hace unos años llamaste vía telefónica a mi
casa, lo recuerdo muy bien, fui quien levantó la bocina del auricular y escuché
tu voz preguntando por Juan Pablo; lamentablemente no se encontraba. Aproveché
saludarte y decirte que leía tus cuentos e historias tan bien estructuradas y
que tus letras contenían muchas imágenes. Las publicaba Editorial Ficticia,
“Caída Libre”, “Los Mártires de Freeway y otras historias”; “Al final de la
vigilia”. Montezuma´s Revenge, entre otros más. Me parece que fueron tus
primeras aventuras literarias, sin descartar, “Los fines de semana”, cuento con
el que obtuviste el premio nacional, Beatriz Espejo, en el año 2003, en fin,
siempre atrapando al buen lector, nada fácil. lo agradeciste.
En el “Reino de la desesperanza”, brevemente te
comento, desde las primeras líneas visualicé a la perfección a “Petronio”, el
clásico compañero escolar que posee ciertas características físicas y de
sentimientos agresivos para imponer su voluntad, humillar al más débil es el
objetivo que lo complace. El tiempo y el espacio juegan un papel importante en
tu relato que me atrapó de principio a fin, pobre Petronio, la vida no cambio
mucho su conducta. Todos tenemos en la infancia un Petronio que nos trae a
raya, caprichos de la vida, solo que no todos lo podemos platicar como un
Carlos Martín Briceño por medio de la magia literaria. La última línea de este
cuento me erizó la piel, imaginarlo sentado en la butaca de un escenario
festejando las glorias de su ex compañero de infancia alejado de su típica
personalidad, puede ser posible.
En “Mala Lección”, vaya, esa juventud, los
primeros excesos, deseos, violaciones a la moral y falta de respeto, prácticas
que con el paso del tiempo se convierten en talentos seductores, esta
naturaleza se torna poética gracias a la estructura del relato bien organizado,
se escucha con naturalidad la voz del narrador; parece una plática de un grupo
de amigos.
En CONJURA, conmueve la triste historia de
Elsy, la necesidad del trabajo es la trampa en el diario vivir de una jovencita
con empleo doméstico. Siempre son presa fácil para el abusivo cazador que,
atraído por los atributos físicos femeninos, culmina su maldad. Un relato muy
bien logrado. La lectura es un camino de encanto, avanza sin detener el paso,
se llega al término de la historia en un entorno de tensión, el final solo se
conoce en la última línea; antes parece adivinarse, pero no es así. El mal que
se hace, aunque silencioso, siempre permanece en la conciencia del infractor
para recordárselo cuantas veces sea necesario, la vuelta de tuerca no es la
esperada y sorprende al lector.
BODAS DE PLATA, excelente prosa, el narrador es
natural y describe la historia, mil mujeres que las circunstancias las conducen
a un matrimonio pre fabricado en el que tarde o temprano las situará en el
arrepentimiento. Todo por falta de capacidad para abrirse a la búsqueda de sus
propios horizontes. Siempre está latente el temor y la incapacidad de darse la
oportunidad a plenitud en una relación en la que predomine el amor, la libertad
del acto sexual y del mismo espíritu.
Esta historia como lo menciono al principio de
este párrafo, la protagonizan muchas mujeres en el mundo. La lectura de esta
historia se aprecia muy agradable con las expresiones de un excelente escritor.
Muy bien Martín.
HELDEN VALLEY LAKE. Irene, tristes sus
circunstancias, la vida parecía haberla olvidado, la soltería sería su
estancia. Pero lo que ella más desea es alejarse de esa atmósfera rutinaria que
vivía al lado de su madre, huir del hogar, nació para volar detrás de sus
sueños. Mark, fue ese fortuito horizonte que el destino le presentó, jamás lo
dudó y caminó firme hacia él. Lástima, existen seres humanos que por más que se
esfuerzan la vida les niega las mieles deseadas y no consiguen encontrar lo que
verdaderamente buscan en su existencia.
La prosa es buena, clara, rítmica y, como en
todos tus cuentos, el lector parece ser parte de esas historias como si las
estuviera observando en la misma atmósfera que viven los protagonistas.
MIS MÉXICO 74. En breves oraciones
gramaticales, sin hacer ningún énfasis devela la cruda realidad de una cárcel,
pero, mucho más seductoramente, la sensualidad de una joven en la lozanía de la
juventud que graciosamente caminaba sobre una pasarela para ganar un concurso
de belleza. Las letras, implícitas, abren sus ventanas y hacen gala de cierta
musicalidad, para apreciar la hermosura física de una concursante que corona
sus sueños y que lastimosamente el futuro le deparó una triste adversidad.
VOZ PROPIA. Un poeta en Colombia, el sueño de
una vida mudado en realidad. Un reconocimiento especial a su poesía respirando
los pináculos literarios. Fugaces instantes de gloria conforman la antesala
para llegar al final de su camino. Colombia es el escenario que contará esta
historia, pues los misterios del destino vistieron de éxito los últimos
instantes de la vida del poeta.
Solo menciono algunos de estos relatos, en sí
todos me agradaron, más que las historias la forma en la que las cuentas, eso
se llama literatura. Algunos los leí acompañado de una taza con buen café que
algún día espero compartir con vos. Cuando se lee buenos escritos el espíritu
se relaja y queda un aroma agradable que adhiere al lector a la buena lectura.
“El reino de la desesperanza” son cuentos que
narran desde caballerizas, la juventud, edad madura y senil, hasta los
hospitales, crematorios y la misma muerte, pero, sobre todo, reafirman el
talento de un escritor en plena madurez forjado en los caminos literarios.
Además, no únicamente se disfrutan los relatos; también se paladean los ricos
platillos y vinos esparcidos en estas historias, la música es un complemento.
Es el estilo de Carlos Martín Briceño que cuida el más mínimo detalle.
Se dice que, la literatura es literatura y la
vida es la misma vida, sin embargo, he leído muchos cuentos de Briceño y cada
vez me convenzo de que son un taller para aprender a escribir. Retomando lo que
digo al inicio de este párrafo, afirmo que la vida es literatura cuando Carlos
Martín Briceño le da un tratado con letras.
Gracias por el libro y que vengan futuros
éxitos, va un abrazo hasta el sureste de México el cual te envío desde mi bello
Coatepec, Veracruz.
rafaelrojascolorado@yahoo.com.mx