El Sindicato de las Desmanchadoras de Café en el devenir histórico de Coatepec, Ver.
CRÓNICA COATEPECANA
Dr. Jesús J. Bonilla Palmeros
jesus_bonilla1@hotmail.com
(Novena y última parte)
Alianzas intergremiales, divisiones internas y beneficios en materia laboral, marcarían la vida del Sindicato de Desmanchadoras de Café durante casi tres décadas, y la última lucha de las obreras sería ante el avance de la industrialización y desarrollo tecnológico que desplazó el trabajo manual. Es hacia el año de 1955 cuando se darán una serie de innovaciones en el beneficio del café con la introducción de modernas maquinas que realizarán el trabajo de las desmanchadoras en menos tiempo, lo que redundaría en beneficios económicos para los productores.
El impulso a los programas en materia de industrialización dentro de los programas del gobierno encabezado por el Presidente de la República Adolfo Ruiz Cortines determinaban cambios profundos en aquellas actividades realizadas tradicionalmente de forma manual para dar paso a la mecanización de los procesos de producción, situación que favorecía a un pequeño sector productivo en relación a la operatividad de las nuevas máquinas, al tiempo de que desplazada a un grupo mayor cuyo desempeño de las actividades manuales les rebasó con el tiempo y descartaba oportunidad alguna para adecuar sus actividades a las innovaciones tecnológicas. De igual forma se vieron afectados los pequeños productores y algunos beneficios no lograron sobreponerse a la fuerte competencia con los industriales mayores, sobre todo cuando los precios del café tendieron a la baja.
Doña Adelina Texon narraba con cierta nostalgia cuando asistió acompañada de un grupo integrado por Felicidad Peredo, Isabel Blásquez e Isauro López, a una entrevista con don Adolfo Ruiz Cortines Presidente de la República, a quien le expusieron la difícil situación de las obreras ante la introducción de máquinas para el desmanche del café en la región de Coatepec. En la citada audiencia refiere doña Adelina que fue determinante la actitud del presidente en lo concerniente a promover la industrialización, a pesar de las afectaciones que generaba a las mujeres desplazadas de sus fuentes de trabajo. La desintegración del Sindicato de Desmanchadoras de Café en Coatepec, se dio gradualmente con el despido e indemnización por grupos de obreras entre los años de 1955 y 1964 en que recibieron una compensación las últimas desmanchadoras.
Hoy sólo quedan en la tradición oral de algunos coatepecanos, algunas narraciones aisladas sobre la trascendencia de las “Desmanchadoras de Café” en el devenir histórico de la ciudad. Las referencias despectivas hacia sus personas y el trabajo desempeñado por estas valientes mujeres en una sociedad fuertemente determinada por una tendencia machista, el tiempo se ha encargado de atenuarlas para dar paso al reconocimiento de su aporte al desarrollo económico alcanzado durante más de tres décadas en la región. El espíritu de lucha por buscar el reconocimiento de sus derechos al trabajo y una remuneración justa en materia laboral, les llevó a enfrentarse con instituciones político-administrativas y religiosas de su tiempo, hoy quedan como referentes trascendentales de lucha entre el sector femenino para el reconocimiento de sus derechos.
