El Superdelegado Manuel Huerta regañado y despedido
El Superdelegado Manuel Huerta regañado y despedido
Por Edgar Hernández*
Con
el estigma de acosador sexual y violador en complicidad con Guadalupe Saldaña,
y señalado por desvíos millonarios en contubernio con su socio financiero
Carlos Alberto Rico, Manuel Huerta Ladrón de Guevara se despidió anoche de la
llamada Delegación de Bienestar del Gobierno Federal.
Trascendió
que, luego de una fuerte reprimenda del Presidente Andrés Manuel López Obrador este
fin de semana, acompañada de un expediente incriminatorio por millonarios
desvíos, decidió abandonar la oficina en espera de que en las siguientes horas
de a conocer su renuncia al cargo.
La
noche de este lunes se despidió de sus colaboradores dejando a un lado la
actitud prepotente mostrada a su arribo en 2019 a la denominada superdelegación
que abrió su apetito sucesorio luego que Cuitláhuac García dejara el cargo -a
la vuelta de dos años- o esperar la sucesión gubernamental.
“Y
si las cosas no se dan me gustaría ser Senador de la república”, confió en
alguna ocasión a su amasia Guadalupe Saldaña, su secretaria quien le arrimaba
mujeres y le organizaba orgías.
El punto
es que el regaño presidencial derramó el vaso.
Huerta
no pudo refutar la denuncia de violación a Marta “N” – CEJUM/DX/FE290/2020-, expuesta
ante la opinión pública estatal y nacional por la periodista Claudia Guerrero, ni
aclarar los desvíos millonarios en los programas de becas “Benito Juárez”.
Tampoco
fue capaz de dar una explicación satisfactoria al sospechoso suicidio el 11 de
agosto de Karen Joselyn Lucas Segura, mujer que laboraba en su oficina de
manera directa y con la que guardaba una relación sentimental, en trío, con
Guadalupe Saldaña.
Por
ello y en obvio de dar carpetazo al asunto y evitar el peso de la justicia, el
propio Huerta Ladrón de Guevara decidió escapar por la puerta trasera.
De
hecho, la visita de López Obrador específicamente a Xalapa obedeció, antes del
acto oficial al que se le negó el acceso al superdelegado, a revisar el
expediente incriminatorio en su contra.
En
él se da cuenta que su aparato burocrático federal estaba integrado por
delincuentes y acosadores vinculados al crimen organizado; gente descalificada
que solo cobraba el pago de favores hechos a Huerta.
Incluso
los programas sociales eran escenográficos.
Se
engañaba al presidente con cifras falsas y viveros alquilados. Nunca se respetó
el protocolo marcado por la Secretaría del Bienestar, ni se hicieron censos de
verdad lo cual dio lugar a que el propio presidente les llamara la atención por
el rezago en su visita del 3 de febrero del 2019.
La
plantilla de personal estaba inflada y se permitió, como en el caso de
Guadalupe Saldaña, quien su anterior trabajo era como empleada doméstica del
propio Huerta, que metiera a la nómina a sus hermanos con oficio de albañiles
de la región de “la Joya”, detentando ahora altos cargos de dirección.
El
programa “La Escuela es Nuestra” se echó a andar, pero en el papel y suministro
de recursos, ya que en los hechos no se reflejó en la población, como tampoco en
el manejo de los programas sociales en el municipio de Tantoyuca que fue
entregado a los cárteles.
Asimismo,
los constantes choques y pleitos verbales en público con Cuitláhuac García,
polarizaron los beneficios sociales. De hecho, quien armó todo el expediente de
denuncias ante AMLO salió de la oficina del gobierno estatal.
Reseñan
quienes estuvieron en las proximidades de la escena del regaño presidencial que
López Obrador le pidió rindiera cuentas por desvíos millonarios en el programa
de becas.
Manuel
Huerta nunca pudo explicar a satisfacción la complicidad que guarda con Carlos
Alberto Villa Jiménez, a quien nombró Coordinador del Programa de Becas “Benito
Juárez”, a sabiendas de que esta persona había sido el operador de Fidel
Herrera y Jorge Carvallo, y sobre quien pesan denuncias de acoso sexual y
desvió de recursos en contubernio con su esposa Valeria, Jefa de Vinculación de
la Dirección General de Bachilleres, COBAEV.
El
socio de Huerta era el responsable, por debajo de la mesa de los moches,
extorsiones, encubrimientos hasta acoso sexual y bajo el cobijo del Delegado de
Bienestar el Veracruz asumió la Dirección de Administración en donde las
denuncias por acoso, incluso violación, siguieron posteriormente como
Coordinador de Becas “Benito Juárez”.
Su
vida de dispendio y abusos sexuales ha sido tan escandalosa que el pasado 11 de
septiembre se dio cuenta a la Unidad de Inteligencia Financiera de la
Secretaría de la Función Pública el enriquecimiento inexplicable.
La
razón, es que los recursos que debían destinarse a la gente más necesitada iban
a las cuentas familiares, Huerta incluidos.
Habrá
que esperar las siguientes horas la confirmación de la renuncia del don Juan de
petate de la Cuarta Transformación en Veracruz.
Tiempo
al tiempo.
*Premio
Nacional de Periodismo