EL VALOR DE LA PALABRA
EL VALOR DE LA PALABRA
René
Sánchez García
La
palabra hablada debió haber aparecido cuando los primeros hombres y mujeres
poblaron la Tierra. Es casi seguro que estos imitaron los variados sonidos que
emitían los animales salvajes con los cuales convivían a diario, lo que les
permitió comunicarse. De estos sonidos al que se sumaron señas corporales,
debieron haberse creado las formas primarias guturales que dieron origen a las
palabras. Con el paso de los tiempos, las agrupaciones humanas identificaban y
practicaban sonidos con un significado particular que se referían al nombre de
las cosas.
Por lo que registran las
pinturas rupestres descubiertas, se nota claramente que la palabra hablada fue
fundamental no solo para la comunicación entre ellos, sino también como el más
eficaz de los medios para sobrevivir a los embates de la naturaleza, después
para agruparse en tribus y así formar las primeras sociedades rudimentarias,
que con el pasar de los años y la domesticación de la tierra y los animales,
formaron los pueblos y culturas, allá en la famosa Edad de Piedra. En todos
estos agrupamientos humanos siempre existieron líderes (primero mujeres y
después hombres) que con la palabra hablada convencían.
La historia registra culturas
ancestrales avanzadas como la China, la Fenicia, la Griega, la Romana, etc.,
donde en un principio la práctica de la palabra hablada creó las primeras
ciencias, filosofías, tecnologías, creaciones artísticas, cuyos avances y
descubrimientos fueron trasmitidos de forma oral. De allí viene el valor de la
palabra que se fomentaba por medio de la Oratoria. Y es que la Palabra bien fundamentada da origen al
juego de las Ideas y ellas son las
responsables directas de la Creatividad y la Imaginación humanas. Todo porque
las palabras fundamentadas provienen de la Razón y de la Inteligencia,
exclusivamente, nunca de las modas ilógicas y pasajeras.
Con la creación de los
alfabetos y la invención de la imprenta, todas estas ideas fundamentadas
pudieron ser dadas a conocer a otras culturas humanas, esto es, mediante la Palabra Escrita. En esta época moderna
el poder de la palabra hablada se difundió por medio de la radio, que más tarde
se mezcló para mal con las imágenes de la televisión y ahora con los
instrumentos digitales de comunicación. Es indiscutible el valor indiscutible
del libro escrito en la educación de los seres humanos, pero hizo perder el
valor de la palabra hablada, pues ya no se fomenta, mucho menos se practica.
En un estudio reciente
elaborado por una Universidad, se comprobó con relación a la palabra hablada,
que los jóvenes estudiantes de hoy en día, se comunican verbalmente con sus
semejantes mediante el uso de únicamente 300 palabras, cuando un diccionario
sencillo o elemental (para uso de la escuela) de la lengua escrita española,
suele agrupar 23,000 palabras de uso común. Comentan los viejos, que allá por
la primera mitad del siglo XX, el valor o empeño de la palabra hablada entre las personas tenía un valor nunca visto. No
existía el compromiso de hacer un documento ni firmarlo para tener validez,
bastaba sólo con la Palabra. Trabajemos
para devolverle ese valor a la palabra hablada.