El valor del adulto mayor en la familia
El valor del adulto mayor en la familia
Por Lic.
Gloria Dávila Galicia
La
población de adultos mayores en nuestro país forma parte de los grupos
vulnerables a los que la familia, sus cuidadores y la sociedad requieren dar atencion
física, psicológica y social, para brindarles una buena calidad de vida.
Comprender
el significado de la vejez nos humaniza y nos coloca frente a la verdad de la
vida, ya que como seres perecederos, debemos transmitir las enseñanzas valiosas
del pasado a las nuevas generaciones para nutrir su camino.
La calidad
de vida de los mayores no se basa únicamente en un buen estado de salud física,
existen varios aspectos que inciden en una
buena calidad de vida, como todas las personas, ellos también tienen necesidades
sociales entre las que se encuentran la comunicación, la empatía, la cercanía y
el entendimiento.
Cuando se
deja de escuchar a los adultos mayores, se afecta negativamente su bienestar y
la forma en que se relacionan con otras personas, es importante atender sus
palabras porque reflejan necesidades y sentimientos.
La comunicación
con el adulto mayor se basa en la escucha activa, para lo que requerimos hacer
silencio y mantenernos atentos a toda la conversación, sin interrupción para así
poder identificar las emociones en las palabras.
Para el adulto
mayor ser escuchado lo hace sentir parte de una familia o del grupo al que
pertenecen, además con la escucha se fortalece la cercanía, la empatía y el
encuentro intergeneracional.
La empatía
genera una identificación, cuando nos mostramos interesados en sus sentimientos y puntos de vista, el
adulto mayor puede afrontar la tristeza, desesperación y desconsuelo que muy
probablemente enfrenta por razón natural de la edad y hasta podemos ayudarle a
examinar comportamientos ineficaces que puede ir desechando.
Cuando hablamos
de cercanía nos referimos a algo más que palabras, un adulto mayor necesita compañía
y cuidado ya sea físico, psíquico o moral, y en tal caso de lo que hablamos es de
sentimientos, de respeto, es caminar con ellos para hacerles sentir arropados,
aceptar sus límites y no reprocharles por tenerlos, no avergonzarlos y cuidarlos
para combatir la soledad.
Parece que
la brecha entre jóvenes y adultos mayores es muy grande pero puede lograrse un
encuentro intergeneracional con el entendimiento entre ellos, los adultos mayores
poseen sabiduría de vida, compartir su experiencia y vivencias con los demás, los
hace sentir valorados y apreciados, sus anécdotas pueden brindar información útil
a los jóvenes para tomar decisiones.