EL VERDADERO BUEN FIN
EL VERDADERO BUEN FIN
Innumerables ofertas con tarjeta de
crédito, pancartas, anuncios en la televisión, radio e internet atacan con sus
dardos de ofertas a muchos consumidores deseosos de este tan propagandístico
evento que muchos aún esperan con ansias.
Realmente esta saturación desmedida de
anuncios y muchas pseudo ofertas donde lo que más abundan son productos a meses
sin intereses, llega a ser muy abusiva hacia los compradores impulsivos y
personas que van a “pasear” a las plazas sólo “por ver qué hay”. Aclaro, no
todas las ofertas son malas, hay verdaderas tiendas que ofrecen notables
descuentos sin inflarlos previamente, pero algo que se adquiere o se tiene
cuando no es el tiempo, puede conllevar consecuencias peligrosas (de ahí la
frase de comerse la torta antes del recreo).
Sofía Macías es dueña una pregunta que
yo considero saludable a la hora de querer comprar cuando veamos algo en el
aparador o exhibido con una dudosa rebaja: ¿Lo quiero o lo necesito? Qué
pregunta tan reaccionaria para nuestro intelecto que quiere ser seducido por
una empresa deseosa de hacer su mega venta antes de la verdadera carnicería:
las ofertas navideñas.
Pero bueno estimado lector, si usted
necesita algo en verdad y no puede esperar, compare precios y compre lo que
necesite. Aunque si usted puede esperar, aquí en su columna El ABC de las
finanzas que amablemente mis amigos de
El Regional Coatepec me permiten escribir, le comparto cuándo es el
verdadero momento de comprar las verdaderas ofertas.
Desde siempre hemos escuchado que El
buen fin no tiene tan buenos descuentos, que lo que debería bajar sería el
predial, el agua, la luz, el internet, etc. Comparto esta opinión de las masas.
Pero, estimado lector, esa temporada de rebajas y verdaderos descuentos existe,
sin embargo, a las empresas no les conviene que sean publicadas las fechas,
pues un consumidor informado, es un consumidor responsable e inteligente.
El verdadero buen fin con las
verdaderas ofertas y descuentos empieza a partir del 7 de enero y se prolonga
hasta el 31 del mismo mes de cada año. En el mes de enero, cuando ya los niños
tienen sus juguetes, ya se compraron las cenas de navidad y año nuevo, se gastó
para los convivios y se hicieron las compras de los muebles para la casa,
lavadoras, refrigeradores, etc. Es cuando empieza la verdadera limpieza de las
empresas. Ya no quieren tener en sus estanterías “feos productos obsoletos del
año pasado”, de la temporada pasada, etc.
Aún las empresas gubernamentales
tienen ofertas: de 20 a 50% en el pago del predial; 20% o más en el pago
anualizado del agua, 20% más en el pago de los servicios de cable. Condonación
de adeudos de tenencias de años anteriores. ¿Verdad que ya lo sabía estimado
lector? ¿Pero por qué no aprovechamos? Porque las empresas no quieren que
lleguemos con dinero a enero, quieren quitárnoslo porque alguien con un
cursillo barato de ventas les ha dicho que el dinero que nosotros ganamos con
nuestro esfuerzo les pertenece y nos lo quieren quitar.
Estimado lector, si quiere usted
comprar electrodomésticos, línea blanca, muebles con su aguinaldo, tenga usted
dominio propio y guarde ese dinero sólo 40 días, verá cómo le hacen excelentes
descuentos. Compre los artículos básicos, no de temporada ¿Cuánto tiempo podrá
usar ese sweater navideño? Así es, solo 25 días en el año. ¿Y los otros 340? Le
sugiero compre usted ropa atemporal. Los clásicos colores neutros que nos
quedan bien todo el año (creo que de esto hablaremos en la siguiente columna).
Sea usted prudente estimado lector, y
que no le importe de más esta economía incierta, tranquilo, no se sobresalte de
más. Si usted ahorra cada mes, si usted invierte un porcentaje de su dinero,
poco a poco y, sobre todo con la ayuda de Dios, usted saldrá bien y avante de
este tiempo. Le dejo con esta fabulosa
cita que usó Saulo de Tarso, más conocido como el apóstol Pablo, que podemos
encontrar en 1 Timoteo 6:6-10:
Pero gran ganancia es la piedad acompañada de
contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada
podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos
contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en
tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los
hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el
amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron
traspasados de muchos dolores.
Y recuerde estimado lector: haga un uso responsable y
sabio del dinero.
Quintín Vallejo López