Enséñale a pescar y comerá toda su vida
Linda Rubi Martínez Díaz
Hola amigos lectores, les saludo con el cariño de siempre. La política en la actualidad está en una disyuntiva entre las formas tradicionales de control estatal, en el que el papel del gobierno se reducía al clásico paternalismo proveedor de productos y servicios, y la nueva tendencia a crear políticas públicas, programas y leyes que se orienten de acuerdo a la eficiencia y eficacia en su aplicación. Esta disyuntiva nace de la resistencia de quienes detentan el poder, y aquellos que comprenden que la ciudadanía está cambiando la percepción que tiene de sí misma ante sus propias necesidades; que cada vez es más proclive a comprender su entorno y actuar en consecuencia.
Las instituciones públicas tienen que constituirse no solo de acuerdo a decretos de creación, sino ateniendo a una visión de lo que aspiran resolver a corto, mediano y largo plazo. Por ello, las acciones que emprendan deben pensarse con miras a una mejora en la vida de las personas, y no solo con paliativos que posponen un progreso social real. Esta idea poco a poco se está consolidando en nuestro país y nos da la oportunidad para ser agentes de cambio en nuestro entorno más inmediato.
Me llena de satisfacción saber que en las comunidades de Coxmatla, Ticuautipan, Oxtlapa y Tlacuilolan, se ha sembrado una pequeña semilla con miras a detonar un cambio directo en sus habitantes. A través de gestiones realizadas con el senador José Yunes Zorrilla, mi esposo Ulises Colorado y una servidora hicimos entrega de dos mil pollitas ponedoras a 150 familias de estas comunidades, las cuales fueron capacitadas para mantenerlas, reproducirlas, generar autoconsumo y la posibilidad de obtener ingresos con la venta de productos avícolas. Es bueno saber que los ciudadanos podemos hacer la diferencia con pequeñas acciones, y que la gente está dispuesta a trabajar por mejorar sus propias condiciones de vida. Este es un ejemplo de lo que se puede hacer con diferentes programas de las instituciones gubernamentales. Hay muchos mecanismos para implementar mejoras en las regiones, sólo falta el impulso para encaminarlas de una manera correcta.
Agradezco la oportunidad que se me ha brindado para colaborar con estos proyectos de impacto social y sobre todo a la gente que está dispuesta a cooperar para generar desarrollo en sus propias comunidades. Este es solo un ejemplo de lo que podemos hacer sin la necesidad de proveerles de forma pasiva, sino enseñándoles a usar herramientas para proveerse a sí mismos. Pues como ya lo dice el proverbio chino, “dale un pescado a un hombre y comerá un día, enséñale a pescar y comerá todos los días”.
Nos leemos la próxima, que Dios los bendiga.