Eso que llamamos Tiempo
Eso que llamamos Tiempo
Por René Sánchez García
Nací
con la firme idea de que el Tiempo tenía que ver exclusivamente con los
fenómenos de la naturaleza, esto es, con el clima, las estaciones del año, así
como con los minutos, las horas, los días, las semanas y los años. Poco después
al asistir a la escuela, me dijeron que el Tiempo tiene que ver con las
distintas divisiones de la historia de la civilización humana, algo así como la
Edad de Piedra, la Edad de Bronce y la Edad de Hierro. Más tarde, me reforzaron
la noción de que el Tiempo es la duración de las cosas o de los
acontecimientos, desde que nacen hasta que mueren, tomando en cuenta todos los
cambios, transformaciones y crisis que suceden dentro de ese lapso o espacio de
duración.
Ya con más conciencia de las
cosas, supe que el Tiempo es la materia prima con que trabajan algunas ciencias
o disciplinas como la Física, las Matemáticas, la Astronomía, la Gramática, la
Historia, la Música, y los Deportes. Finalmente, me fui dando cuenta de que el
Tiempo puede ser algo Infinito (que nunca tiene caducidad) o Finito (con una
duración específica que se puede medir). Leyendo algunos textos escritos de
alto razonamiento, ahora sé que el Tiempo ha pasado de una simple Idea al
meditado Concepto y luego a ser Categoría construida del Saber Científico.
Quienes siempre han tenido en sus manos todo esto aún inexplicable han sido la
Filosofía desde los tiempos socráticos y también la Teología desde la aparición
de los primeros seres humanos.
La verdad es que es algo muy
complejo hablar o discutir acerca del Tiempo. Desde mi elemental forma de
pensar o ver las cosas, considero que Tiempo es únicamente lo que los hombres y
mujeres vivimos en este presente y en este mundo. Nada tiene que ver el pasado,
ello es sólo una referencia. Tampoco nada tiene que ver el futuro, pues son
solamente ideas no concretas. Todo lo que presenciamos o captamos con nuestros
órganos receptivos, a cada segundo o minuto de nuestra vida, eso es la realidad
presente. Debido a nuestra distinta forma de ser, esa realidad puede ser
pensada, concebida o vivida de diferente manera, pero sigue siendo una realidad
temporal. Quizá me equivoque y lo acepto, pero siento que pasado, presente y
futuro en conjunto, es la eternidad del Tiempo.
Otra cosa bien cierta, es
que las distintas definiciones que se han otorgado para entender el concepto de
Tiempo (o sea el ahora), son un producto netamente humano, no hay nada divino
en ello. Y quien desee construir algo para explicar de forma más entendible la
idea del Tiempo, debe tomar en cuenta que esto está ligado a otras cuestiones
fundamentales: lugar y movimiento; sin olvidar que intervalo y velocidad son
parte integrante de esta misma cuestión. Como se nota, cada vez incluimos más situaciones
para el análisis y cada vez más entramos en conflicto de ideas y en
contradicciones. Lo mejor es que cada uno de mis lectores investigue por cuenta
propia todo esto que nosotros los humanos hemos llamamos Tiempo.
sagare32@outlook.com