ESTAMPAS DEL MÉXICO REAL
Pedro Peñaloza
“La palabra progreso no tiene ningún sentido
Mientras haya niños infelices”.
Albert Einstein
- Economía de ficción y fantasías de economistas. ¡Fuera máscaras! Los técnicos y economistas que trabajan para el Banco Mundial han venido sosteniendo y ratificando en el Informe Perspectivas Económicas para 2016, que el nulo crecimiento de América Latina y el Caribe se debe, léase bien, a la combinación de factores internos y externos, aunque la actividad repuntada de manera notable para 2017”. Válgame, ni duda cabe que estos sabios de la econometría los deslumbran con sus aportes, decir que existe una “combinación de factores internos como externos” es una perogrullada, con todo respeto para el gran Perogrullo.
- Dejémonos de eufemismos. Y con ello, de construcciones fantasiosas y fantasmagóricas que solo nublan la perspectiva y pueden engañar a muchos. No, el crecimiento económico no puede verse como un elemento que “afecta a los países”, ese es un engaño, está perfectamente demostrado que no obstante las recurrentes caídas del producto, los segmentos afectados y vulnerados son las capas asalariadas y las clases medias proletarizadas. Así, el capitalismo genera y reproduce sus crisis para adecuar su modelo de acumulación, pero esto significa, tomar las ganancias de las minorías opulentas que atraviesan toda la región. Los indicadores de exclusión y de marginaciones expansiva nos dicen, que la lógica repetida y perversa de que “ todos estamos en el mismo bagón económico” es una falacia, por eso, repetir el estribillo superfluo de que, “si al gobierno le va bien al país le va bien”, únicamente significa arena en los ojos y reproducción de tonterías y superficialidades. El gobierno representa los intereses de las clases dominantes, esa es su función, eso se ha repetido desde que se produjo la propiedad privada, cuya característica política implicaba contar con poderes que la protegieran y la legitimaran. A continuación, algunos elementos que configuran el fracaso de las políticas económicas y sociales, que de manera específica el gobierno mexicano ha puesto en marcha.
- Primera estampa. Al cierre de 2015, según el INEGI había en México siete millones 382 mil 785 personas que hablaban alguna lengua indígena y 13 de cada 100, solo podían expresarse en su idioma materno. Quince de cada cien habitantes de lenguas indígenas no están afiliados a servicios de salud, y 98por ciento de quien si lo estaban se encontraban inscritos en el Seguro Popular, 57.7 por ciento de mujeres indígenas y 45.3 de mujeres no tienen ningún servicio médico. El porcentaje de niños indígenas de 3 a 5 años que asisten a la escuela es de 64.4 por ciento.
- Segunda Estampa. Ocho de cada diez mexicanos indicaron que sus derechos no han sido respetados debido a la cultura que pertenecen o a la fe que profesan, setenta por ciento de la población ha recibido tratos diferenciados por no tener dinero. La juventud se enfrenta a situación de marginación y rechazo pues es vista “como un riesgo o amenaza para el orden existente para su legitimidad”, como dice la Encuesta Nacional sobre discriminación realizada en 2010.
Epílogo. En tanto, en el otro mundo cuatro familias electas se apoderan de la mayoría de la riqueza producida (Slim, Larrea, Bailleres, Salinas Pliego).