FUTBOL: Circo sin pan
Pedro Peñaloza
“Todo poder es una conspiración permanente”.
Honorato de Balzac.
1. Deslindes, puntualizaciones y definiciones. No, el problema no es el futbol, por favor, no riñamos con un bello deporte. La génesis del conflicto ideológico y social está localizada en la utilización convenenciera, depredadora y mediatizadora de un puñado de vivales que en nombre del balompié engordan chequeras y fomentan la estupidización de las masas. Que nadie se equivoque.
Hoy que inicia el Mundial en Brasil, lo que se observa es el uso abusivo de una asociación supranacional llamada FIFA, que trafica impunemente con las ilusiones de millones terrícolas. Ello, con la complicidad de los gobiernos de distinto signo ideológico. Adormecer conviene a todos.
2. Cifras agudas, graves y vergonzosas. 11 mil 600 millones de dólares invirtió el Gobierno brasileño en obras para el Mundial; 3 mil 700 millones de dólares, costó la construcción y/o remodelación de estadios; 2 mil millones de dólares, invirtió la FIFA, pero ganará 4 mil millones de dólares; en grosero contraste, la selección vencedora sólo ganará 35 millones de dólares.
Garantizar la seguridad de 600 mil extranjeros, millones de brasileños y las 32 delegaciones que participaran en la Copa del Mundo, implicarás movilizar a 160 mil elementos de seguridad de todos los niveles, lo cual costará 1.9 billones de reales (900 millones de dólares). Como telón de fondo, y como elemento adicional que no se debe perder de vista, 7 de las 12 sedes mundialistas están entre las 50 ciudades más violentas del mundo, si se considera el número de homicidios por cada 100 mil habitantes; nos referimos a: Fortaleza, con 72.81 en la tasa de homicidios y con el número 7 en la ranking mundial; Natal, con 57.62 de tasa de homicidios, y en el lugar 12; Salvador, con 57.51 en la tasa, en el número 13 mundial; Cuiabá, con 43.45 de tasa, y número 9 en la escala mundial; Manaus, con 42.53 por ciento, y en el vigésimo primer lugar; Recife, con 36.82 por ciento, y 39 en el observatorio mundial; y finalmente, Belo Horizonte, con 34.73, y en el 44 mundial.
3. Limpieza social y persecución a los «otros». El Gobierno brasileño, con todo su perfil de izquierda, cumplió con las exigencias de la FIFA. Uno de los requisitos para otorgarle la sede del Mundial, fue la contención y la agresión a las favelas más importantes, lo que implicó, que desde el mes de abril, se movilizaran las fuerzas armadas, inicialmente, contra 15 de las más importantes favelas de Rio de Janeiro, en el complejo de Maré.
El ataque lo llevaron a cabo militares, compuestos principalmente de paracaidistas y fusileros navales, quienes tenían el objetivo de ocupar las regiones dominadas por las bandas Comando Vermelho y Tercerido Comando Puro. Las fuerzas armadas permanecerán en el área hasta el 31 de julio, dos semanas después de la final del Mundial de Futbol cuando entregaran la zona «pacificada». La presidenta Dilma Rousseff, expresó su respaldo a la operación, señalando que: «las fuerzas armadas una vez más demuestran su compromiso con la nación y la seguridad de los habitantes de esta región», escribió en cuenta de Twitter. Así también sucedió en tres favelas ubicadas a los pies del Cristo del Corcovado.
4. Reelección, crisis económica y represión. No sabemos que suceda a partir de hoy en territorio brasileño, menos sabemos el saldo que dejarán las confrontaciones al boicot del Mundial. Lo que está claro, es que Rousseff pretende reelegirse en octubre de este año; en poco tiempo sabremos cómo termina la curva de las preferencias electorales, hasta ahora, trae un 40 por ciento de aceptación. Es previsible que dicho porcentaje se mueva. Un elemento que puede favorecer al grupo en el poder es que el equipo brasileño sea campeón, con ello se podrían eclipsar algunas movilizaciones y ocultar la crisis social. Por eso, la consigna debía ser que no gane Brasil. Veremos.
pedropenaloza@yahoo.com