Historias de la Llorona
CRÓNICA COATEPECANA
Dr. Jesús J. Bonilla Palmeros
jesus_bonilla1@hotmail.com
En la tradición oral de muchas ciudades, se pueden escuchar variadas narraciones sobre “La Llorona”, nombre con el que se le conoce a la aparición fantasmal de una mujer condenada a penar eternamente por matar a sus hijos, según refieren que en un arranque de celos contra su marido, quien la abandonó por otra mujer.
Los habitantes de Coatepec relatan numerosas versiones sobre las apariciones de la llorona, algunos mencionan que se aparecía por el “Puente del Obrador” y en noche de luna algunos la habían visto a lo lejos en el río, emitiendo su grito lastimero, otros en cambio le escucharon en la calle de Quintana Roo y unos más aseguraban haberla oído muy cerca por el río Consolapa, pero dicen que si se escuchaba cerca es porque está lejos y si se escucha lejos es porque la tienen cerca.
Una versión muy vieja, es la de cierto hombre que salió muy tomado de la cantina “El nido de las águilas”, era ya de madrugada y no había caminado mucho cuando delante de él, vio a una mujer de larga cabellera y provocativo ropaje en velo blanco, que dejaba imaginar las curvas de su sinuoso cuerpo. El borracho arreciando el caminar trató de alcanzar a provocativa dama y entre más trataba de darle alcance, más se alejaba la mujer, hasta que por fin llegó muy cerca, sólo para ver como la mujer se volteaba dejando al descubierto su cara de mula y emitir su estridente penar en busca de sus hijos. Comentan los informantes que ante figura espectral, el pobre hombre se cayó y empezó a vomitar, como pudo logró llegar a su casa donde informó a sus familiares del espeluznante encuentro, y a los pocos días fallecía de la impresión.
Otras personas también refieren haber escuchado e incluso visto la silueta de la llorona en la antigua caja de agua, que en aquel entonces se ubicaba en la esquina formada por las calles de Arteaga y Justo Sierra, decían que había un gran patio y al centro unos lavaderos muy cerca de la caja, y en ese lugar se aparecía la mujer lavando ropa y emitiendo su lastimero penar.
Hasta la fecha todavía en algunas noches se puede escuchar el lamento de singular aparición espectral y según comentan algunas personas ancianas, cada vez que una mujer aborte se escuchará el grito lastimero de la llorona.
