INICIO DEL CICLO ESCOLAR 2022-2023

El pasado lunes 29 de agosto se inició el ciclo escolar 2022-2023 para la educación básica del país. Cerca de 25 millones de niños y jóvenes alumnos de preescolar, primaria y secundaria volvieron nuevamente a clases. Igual, un total de casi 2.2 millones de directivos, profesores y trabajadores de la educación asistieron a sus aulas y planteles educativos respectivos. Como fue la indicación, todas las instalaciones fueron satinizadas correctamente a fin de seguir haciendo frente al Covid-19, a fin de brindar confianza a todos los involucrados.

Uno de los retos para este ciclo que se inició, es que se aplicará de manera piloto el nuevo plan de estudios para los tres niveles en 960 planteles que están a cargo de la Secretaría de Educación Pública. Dicho plan, diseñado por expertos en la ciencia educativa nacional, fue consultado previamente con padres de familia y profesores. Dependiendo de los resultados de dicha prueba piloto, se espera ponerse en práctica para el ciclo escolar 2023-2024 en todo el país. Como era de esperarse, el nuevo plan ya empezó a ser cuestionado por los sindicatos, los profesores y los especialistas.

En los demás planteles a cargo de las entidades federativas todo seguirá como hasta ahora, sin modificación alguna. El nuevo plan piloto ya empieza a ser criticado duramente, pues se dice pretende ideologizar a la niñez mexicana, a fin de que se forme paulatinamente un pensamiento acorde a la Cuarta Transformación que ha sido tachada de socialista y dictatorial por los intereses de quienes tienen el poder económico y religioso. El documento oficial previo dice que “El objetivo del nuevo plan de estudios para la educación básica busca fomentar una educación científica y humanista”.

La pretendida reforma educativa fue elaborada respetando el Artículo 3º. Constitucional de la Carta Magna y para nada lesiona la obligatoriedad, gratuidad, laicismo, universalidad y la calidad. En dicha medida el Estado se seguirá haciendo cargo de la construcción y reparación de los planteles, del pago a los trabajadores de la educación, de los libros de texto y demás materiales, desayunos y meriendas para la nutrición, así como de la supervisión para que se cumplan cada una de las metas programadas.

De igual manera se cuidará el principio de autonomía con respecto a las creencias y dogmas, por ello, no se permitirán ni catecismos ni textos ideologizados que sirvan para manipular el pensamiento infantil y juvenil respecto de ninguna religión o ideología política. Pero lo más importante es con respecto a la calidad educativa, donde los futuros libros de texto han de ser solo herramientas para inculcar en los niños la costumbre de pensar. En otras palabras: “Educar para el pensamiento libre, universal, diverso y original”. Ojalá y así sea, tiempo al tiempo.

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