INSULTOS, SOMBRAS OMINOSAS
INSULTOS, SOMBRAS OMINOSAS
Martín Quitano Martínez
“El insulto es la razón del que razón no
tiene”
Francisco
de Quevedo
Para
Rogelio en su injusta prisión,
Cualquier lugar de nuestra
vivencia política cotidiana pareciera marcarse por el delirio y la
intransigencia; una experiencia definida por una visión que excluye a la
diferencia, en donde los que piensan distinto son indefectiblemente enmarcados
como enemigos. No hay otra razón posible, excepto la que fastuosamente se asume
como la voz del “pueblo”, que se enfrenta a la “maldad” del contrario. En esta
visión reduccionista, los extremos se tocan irremediablemente, explicaciones sectarias
de la realidad que insultan a la razón y avanzan, para tragedia de todos.
En el mundo político de ahora
no hay diálogo. Somos un país sordo y estridente, muestra clara de la incapacidad
de sumar y de sumarse, donde solo una voz domina y se impone a cualquier otra,
porque solo hay una voz que dice “la verdad” y a la que nadie puede contradecir
o cuestionar.
La agresión del Presidente a
la periodista del medio Animal Político en la mañanera de hace unos días,
recrea con nitidez la insensata penumbra que prevalece desde el poder. Se
privilegia un ánimo de ofensas y desprecios hacia quien pueda atreverse a
plantear una ruta de diálogo, de autocrítica, de reflexión compartida. No hay
oídos para escuchar, sino reproches y reprimendas ante la osadía de contradecir
la versión oficial de las afrentas.
¿Dónde están los diálogos que
algún día se ofrecieron?, La intransigencia y el dolo, los insultos mostrados,
empequeñecen a una figura que se planteaba a la cabeza de una transformación
fundamental y necesaria para nuestro país después de años de arbitrariedades e
injusticias.
La construcción de un discurso
como el actualmente dominante, donde se asume ser el único portador de las
aspiraciones populares, es tan solo la manifestación de una visión poco o nada
democrática, que ni respeta ni reconoce la pluralidad y la riqueza de visiones
que sin duda tenemos como nación.
El arbitrario e intransigente
comportamiento de muchos de quienes actualmente detentan el poder, cancela
valores democráticos y de libertad del pensamiento distinto, que son denostados
y señalados como traición a la patria, que reciben calumnias o descalificaciones
ruines, que llaman a su erradicación o
exterminio desde la simulación de estaturas morales insostenibles.
Demasiados problemas nos
aquejan como país para dejar de reclamar, para no exigir mucho más que los
discursos o las posiciones de intolerancia que acaban con la oportunidad de
encuentros, de puentes que no pueden, ni deben ser incendiados con el fuego de
los fanatismos vengan de donde vengan. Estoy convencido que podemos superar las
sombras ominosas, la oscuridad que hoy cada vez está más presente.
DE
LA BITÁCORA DE LA TÍA QUETA
El huachicoleo sigue vivito y coleando,
como muchos otros asuntos que se niegan.
twitter: @mquim1962