Peñaloza Deportivo

JÓVENES EXITOSOS SIN FUTURO

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Pedro Peñaloza

«Todo cuanto sé con mayor certeza sobre la moral y las obligaciones de los hombres,

se lo debo al futbol».

Albert Camus 

La actuación que nos han entregado en cada partido los chavos de la Sub-17 en el Mundial de los Emiratos Árabes Unidos nos hace olvidar por un momento el pésimo desempeño de la selección mayor en la calificación mundialista, el repechaje contra Nueva Zelanda y la crisis que vive la Federación Mexicana de Futbol.

Los pupilos del «Potro» Gutiérrez destacan en actitud, carácter y han afrontado sin complejos ni miedos a grandes selecciones y les han plantado cara. Es cierto que empezaron con el pie izquierdo su participación en el torneo, pero tuvieron el coraje para levantarse y su accionar mejora en cada partido. En la fase de grupos, el equipo tuvo momentos complicados, pero el triunfo ante Suecia fue fundamental para la moral del equipo.

El partido de octavos contra Italia fue peleado y sobresalió la condición física de los ex ratoncitos verdes. Sin embargo, el partido que puso a México como favorito para llegar a la final fue el duelo ante Brasil. El equipo carioca traía grandes jugadores, con experiencia y mucha técnica; el orden táctico fue fundamental para la escuadra azteca, ya que les cerraron los espacios a los jugadores peligrosos de la verdeamarela. En la tanda de penales los jóvenes mexicanos demostraron gran temple en los once pasos y con una sobresaliente actuación de Gudiño en la portería pudieron vencer a los brasileños. El triunfo nos supo a gloria.

La victoria en semifinales contra Argentina parecía otro partido complicado, pero resultó el partido más fácil de México en el campeonato. Ahora se enfrentan en la final a su verdugo en la fase de grupos, Nigeria, este era el partido que todos los chavos esperaban para tomar venganza de la derrota en el primer juego. El equipo africano es un rival durísimo, pero la escuadra mexicana no es la misma del primer partido. Disfrutémosla.

Ahora bien, en los últimos días la pregunta que más se ha puesto a discusión es: ¿Por qué los chavos campeones del mundo en selecciones menores se quedan en el camino y no pueden destacar en el futbol mexicano? En primer lugar, un factor que entorpece el proceso de los chavos es el modo de competición en la Liga MX. Los torneos cortos propician que los equipos se vean obligados a obtener cierta cantidad de puntos para entrar a la Liguilla en pocas jornadas, aumentando las contrataciones de jugadores ya consolidados o extranjeros e inhibiendo el desarrollo a largo plazo de los jóvenes.

Otro factor importante que impide a los jóvenes llegar es la falta de objetivos claros y de proyectos a largo plazo que los equipos mexicanos deberían tener en sus estatutos y planeación. Expliquémonos: La inmediatez de la Liga motiva el despido fácil de entrenadores ante algunos malos resultados, cortando los procesos y quitándole identidad al equipo. Por lo tanto, a los entrenadores que llegan a un club les importa nada o poco el desempeño de los jugadores de la cantera y su proceso; lo único que quieren son los resultados a corto plazo, desconectando al primer equipo de las fuerzas básicas.

También la corrupción en los clubes de futbol es parte importante de este coctel de trabas. El monopolio de los promotores en los equipos es claro, están metidos entrenadores, directivos y representantes. Todos se llevan su tajada en el pastel. Pactos por debajo de la mesa para contratar y alinear a jugadores que son representados por estos vendedores de piernas sin escrúpulos. El mercado mexicano es un oasis para los jugadores sudamericanos que, costando algunos dólares, acá son vendidos en millones. El negocio perfecto.

Si a este conjunto de elementos agregamos los pésimos salarios de los entrenadores en los equipos menores, el resultado no puede ser más frustrante. Claro, también hay entrenadores que son verdaderas lacras y representan un estorbo en su formación integral. Por supuesto, los responsables de este panorama son los dueños del futbol, los ya conocidos señores del pantalón largo e ideas cortas. Por eso resulta cínico, por llamarlo de alguna manera, que ahora hasta el inquilino de Los Pinos se quiera subir al tren del éxito de los chavos finalistas. Lo mismo sucedió con los niños triquis y las niñas poblanas. Así es este país, donde el éxito es de todos y las derrotas son huérfanas.

Algo Más. Malas contrataciones, pésima pretemporada, una directiva timorata y orgullosa y una pésima elección de entrenadores que nada tienen que ver con la garra universitaria son las variables que tienen a los Pumas en los últimos lugares. Los cambios que plantea Mario Trejo no auguran un revulsivo al equipo. Pobre equipo, con tanta tradición.

pedropenaloza@yahoo.com

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