La mujer sabia
La mujer sabia
Hay muchas situaciones que ocurren a
las mujeres en todos los ambientes y en el ámbito de las finanzas personales no
es la excepción. Independientemente de que exista o no una brecha laboral en
diversos tipos de empleos (Un hombre es extremadamente menos pagado que una
mujer en el ámbito de la industria del modelaje, así como una mujer es
extremadamente menos pagada que un hombre en el futbol) a las personas no nos
debe preocupar el sueldo a excepción de cuando éste se negocia o cuando hay que
pedir un aumento del mismo.
¿Esta mal esta postura? Probablemente
a su manera de pensar así será estimados lectores. Sin embargo, considero que no
se trata solamente del ingreso, sino de cómo se administra el mismo. El 78% de
los atletas que de la noche a la mañana fueron millonarios, ganando en una
semana más de lo que sus familias ganarían en toda una vida laboral, se vieron
en la bancarrota entre lo 5 y 7 años posteriores al retiro.
Y aunque se debe pugnar por mejores
oportunidades para las mujeres y concuerdo al 100% que hay que parar el
maltrato, homicidios y todo tipo de violencia, considero que en el área
financiera el hacer con menos y organizarse es mejor que recibir muchos
ingresos.
Una serie de proverbios hebreos tiene un poema dirigido a la mujer, la dignifica
y la llama virtuosa cuando cumple con muchas características, me permitiré
enunciarlo:
Mujer
virtuosa, ¿quién la hallará?
Porque su
estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.
El
corazón de su marido está en ella confiado, y no carecerá de ganancias.
Le da
ella bien y no mal todos los días de su vida.
Busca
lana y lino, y con voluntad trabaja con sus manos.
Es como
nave de mercader; trae su pan de lejos.
Se
levanta aun de noche y da comida a su familia, y ración a sus criadas.
Considera
la heredad, y la compra, y planta viña del fruto de sus manos.
Ciñe de
fuerza sus lomos, y esfuerza sus brazos.
Ve que
van bien sus negocios; su lámpara no se apaga de noche.
Aplica su
mano al huso, y sus manos a la rueca.
Alarga su
mano al pobre, y extiende sus manos al menesteroso.
No tiene
temor de la nieve por su familia, porque toda su familia está vestida de ropas
dobles.
Ella se
hace tapices; de lino fino y púrpura es su vestido.
Su marido
es conocido en las puertas, cuando se sienta con los ancianos de la tierra.
Hace
telas, y vende, y da cintas al mercader.
Fuerza y
honor son su vestidura; y se ríe de lo por venir.
Abre su
boca con sabiduría, y la ley de clemencia está en su lengua.
Considera
los caminos de su casa, y no come el pan de balde.
Se
levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; y su marido también la alaba:
Muchas
mujeres hicieron el bien; mas tú sobrepasas a todas.
Engañosa
es la gracia, y vana la hermosura; la mujer que teme a Dios, esa será alabada.
Dadle del
fruto de sus manos, y alábenla en las puertas sus hechos.
El
proverbista para nada hace un menosprecio a la mujer, antes, por el contrario
se establecen pautas hasta de cierta manera adelantadas a la época (hace más de
2500 años).
Habla de
que la mujer trabaja con sus propias manos y no depende de un hombre (Busca
lana y lino y con voluntad trabaja con sus manos). Es administrada , ya que
busca los mejores precios ( trae su pan desde lejos). Es inversora (considera
la heredad y la compra); es fuerte (ciñe
de fuerza sus manos). Es empresaria y previsora (ve que van bien sus negocios;
su lámpara no se apaga de noche). Tiene de sobra para ayudar a otros (alarga su
mano al pobre). Es previsora (se ríe de
lo porvenir), se cuida físicamente (no come el pan de balde).
Es
exitosa y respetada (Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada y su
marido también la alaba); sabe que el valor importante no radica en la belleza
(engañosa es la gracia y vana la hermosura).
En esta
conmemoración del día de la mujer tardía, mi reconocimiento a las mujeres por
esa fortaleza inherente a su naturaleza.
Quintín
Vallejo López