La palabra educación de Juan José Arreola
René Sánchez García
“Ya confesé varias veces no ser un escritor sino un hablador”
J.J.A.
Existen testimonios, que fue a partir de que publicó Paliondroma (1971), que Arreola deja la escritura para mantenerse fiel al lenguaje hablado que constituyó su gran pasión. Por ello, es que su amigo Jorge Arturo Ojeda se da a la tarea de recopilar toda una serie de pequeñas cápsulas con enorme sentido reflexivo, de aquello que el “juglar de la palabra” mencionó en charlas, tertulias, entrevistas, conferencias, talleres, debates, así como en publicaciones olvidadas, y así conformar tres libros con vigencia actual: La palabra educación (1973), Y ahora la mujer (1975) y Memoria y olvido (1994), entre otros. Recopilaciones orales que ahora se conocen como literatura del lenguaje.
En su libro La palabra educación (México, 1973, vol. 90 de la Colección SepSetentas), el escritor mexicano Juan José Arreola (1918-2001), diserta sobre un cúmulo de ideas, pensamientos, y puntos de vista sobre la vida y la cultura. Los mensajes están dirigido a los jóvenes principalmente, pero pueden ser tomados en cuenta por los adultos, tal y como lo recomienda. Vida, cultura y jóvenes, a los que suma la conciencia, al maestro y en especial a la palabra hablada. Bajo un sentido netamente humanista, venida de los clásicos de occidente, escuchamos a través de un total de 173 páginas, a un Arreola de viva voz, que en momentos nos parece lleno de humor y en otros irónico y quizá aburrido también, pero que de acuerdo con Adolfo Castañón, “son lecciones de amor trovadoresco”.
El también autor de Confabulario (1952), La feria (1963), Lectura en voz alta (1968), Bestiario (1972) e Inventario (1976) entre otras, pone especial énfasis en La palabra educación, en todo aquello que tiene que ver con el arte de llevar la cultura y el saber a los jóvenes que estudian. No toca esos temas actuales producto de la educación puesta al servicio del neoliberalismo: planeación de curso, situación diagnóstica, construcción de contenidos, manejo de evidencias, evaluación, etc.; más bien Arreola nos instruye acerca de esos temas que no toca la reforma educativa actual y que son fundamentales: los valores, lo humano, la vocación, el amor a las cosas, la inspiración, las cualidades que hacen del maestro un artista, formar mediante la conducta propia, todo eso que nace del alma y del espíritu, y sobretodo “ponerse la camiseta hasta el hueso”.
Xabier F. Coronado, con motivo de que el viernes 21 de septiembre se cumplieron cien años del nacimiento de Juan José Arreola, menciona que con la recopilación de pensamientos, ideas y relatos orales que componen La palabra educación, se propuso “devolver a esos textos, al leerlos en voz alta, el carácter oral que en esencia poseen, con el fin de retornar a la tradición que utiliza la palabra hablada y el diálogo como práctica para revelar el conocimiento. Me refiero a la restauración, a la reanudación del diálogo verdadero entre el que trata de aprender y el que se propone alentar esa voluntad de conocimiento”. Abramos de nuevo las páginas de este maravilloso libro.
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