La reforma educativa vista por los empresarios (III)
René Sánchez García
Finalmente llegamos a la última parte de la revista ALTO NIVEL, que está dirigida a los más altos empresarios mexicanos de hoy en día, que de alguna manera suelen ser etiquetados como pertenecientes al catolicismo superior religioso, simpatizantes del Partido Acción Nacional y amigos fieles del capitalismo norteamericano; pero igual, enemigos del populismo, del socialismo y de los grupos humanos organizados que luchan por la democratización, los derechos humanos y la salvación del planeta, etc. En esta ocasión presentamos una entrevista realizada por Ulises Navarro a Francisco Pérez Cisneros, director general de Deloitte México.
Pérez Cisneros afirma que los empresarios “debemos trabajar de forma más cercana con las escuelas para formar a los jóvenes en lo que el mercado necesita; también debemos asumir el compromiso de continuar con el desarrollo del talento, una vez que se incorporan a las organizaciones”. Incluso en otros países hay programas especiales en la que durante dos o tres años permiten a los jóvenes intercalar varios semestres entre escuela y empresa. “México no ha explorado esta opción y deberíamos hacerlo”. Y se suelta con su comercial a fin de comprar sus servicios de Deloitte y dice: “podemos proporcionar un servicio de excelencia a los clientes de las regiones donde tenemos presencia, formando personas con habilidades técnicas, profesionales, de liderazgo y de industria de nuestros colaboradores en todos los niveles”.
Sobre el nuevo modelo educativo expresa que lo bueno es que busca generar las condiciones para que los niños y jóvenes adquieran habilidades de pensamiento para el manejo y procesamiento de información, y el razonamiento crítico y analítico. Si no se lleva a cabo el nuevo modelo educativo, se complicará mucho nuestro crecimiento como país. Y es que “En México existe marcado y recursos naturales; nuestra ubicación geográfica es privilegiada y tenemos acceso a dos océanos. Sin embargo, para aprovecharlos necesitamos una población más educada. Merecemos incrustarnos en la economía del conocimiento, y eso se logra sólo con una educación de calidad. Ahora con D. Líderes –nuestro nuevo proyecto de desarrollo de talento- estamos apostando más al crecimiento de nuestro talento”.
Como pudimos observar a través de estas tres colaboraciones semanales, los inversionistas de la iniciativa privada, mexicanos y extranjeros, se encuentran ya prestos para que el gobierno federal tome en cuenta sus planteamientos empresariales para beneficio de la educación nacional, a fin de lograr el viejo sueño de que seamos una economía fuerte y competitiva que se inserte a los mercados internacionales. Por ello insisten en acabar primero con las lastres de nuestro sindicalismo y otras prácticas (como paros, huelgas, manifestaciones, tomas de edificio y carreteras, etc.), y luego que se abran los canales de la privatización de la educación básica nacional, tal y como lo hicieron en su momento otros países, que hoy son potencias económicas mundiales. Las reformas estructurales aprobadas al inicio del sexenio no son otra cosa que permitir la inversión extranjera en México. Por ello la urgencia de llevarse a cabo la reforma educativa que capacitará a los mexicanos para el manejo de las tecnologías de punta, aunque con los viejos salarios mínimos nacionales para los trabajadores, mismos que cada año aumenta de tres a cinco pesos diarios. (Fin).
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