La Otra Versión

  Las Adivinanzas

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La otra versión:

                                                         

                                                                                                               René Sánchez García

 

Existe un juego que todos, al menos alguna vez, hemos todos jugado. De preferencia lo hicimos en la escuela, aunque también con la familia y los amigos. Este juego popular se llama: Adivinanzas. Se trata de un pasatiempo que consiste en adivinar (o sea, descubrir mediante deducciones algo ignorado u oculto) algo. En otras palabras, se trata de un acertijo o enigma que se dice para que alguien lo resuelva. Por lo regular son oraciones de tipo oral, aunque también ya aparecen en libros y otro tipo de publicaciones escritas, y que por lo general, cuando están bien elaboradas van rimadas.

Estos juegos de palabras que sirven para razonar son muy antiguas, se conocen desde los tiempos de Grecia y Roma, y quizá aún más atrás en el tiempo. El poeta y ensayista Gabriel Zaid dice con respecto a las Adivinanzas: “De la gracia verbal al ingenioso uso de metáforas, las adivinanzas tienen notables virtudes literarias. Son divertidos desafíos a la inteligencia. Adivinar es descifrar lo enigmático. El adivino tradicional interpretaba los signos visibles de lo divino invisible”. Como podemos notar, las adivinanzas no son juegos de palabras sin sentido, sino verdaderas piezas poéticas.

Las adivinanzas forman parte de los refranes (populares o no) y de los aforismos, se trata de invenciones orales que se trasmiten de generación en generación y de país en país; sufren cambios y modificaciones, pero la intención es la misma: estimulan la inteligencia, la desafían y pueden ser bastante divertidas. Claro que no es fácil crear una adivinanza, se requiere gracia del contenido y gracia literaria, concluye Zaid. E igual de paso nos recomienda leer  el libro de María del Socorro Caballero con el título de Adivinanzas, edición de la autora (1983), así como el de Rosanela Álvarez, que lleva por título La quisicosa. Adivinanzas tradicionales para niños, de editorial Cidcli (1984).

Y bueno, a mis fieles lectores le dejo las siguientes encrucijadas:

  • Redondo como cazuela, tiene alas y a veces vuela
  • Llevo mi casa al hombro y camino sin patas
  • Entra al río y no se moja. No es sol ni la luna ni cosa alguna
  • No soy sala de cine y tengo asientos
  • Tiene hojas sin ser árbol, tiene lomo sin ser mula
  • Una esfera como el mundo. Y, dentro del mundo, el mar
  • Va al agua y no bebe, va al pasto y no come, pero se mueve
  • Corre, pero no camina
  • ¿Cuál de los animales tiene las cinco vocales?
  • Dos niñas van a la par y no se pueden mirar

Sagare32@outlook.com

 

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