LAS HIJAS DE SAN JERÓNIMO
LAS HIJAS DE SAN JERÓNIMO
Por Dr. Jesús Javier
Bonilla Palmeros
En la tradición oral
de los coatepecanos, se conservan una serie de historias que nos llevan a los
orígenes del pueblo de indios de San Jerónimo Coatepec, fundado en el año de
1560, de acuerdo a los Apuntes del cura Antonio Mateo Rebolledo.
En los antiguos
relatos se menciona que San Jerónimo era el dueño de todas las tierras de
Coatepec y que cuando los españoles llegaron, le ofrecieron construirle una
iglesia y así lo hicieron, pero el problema se originó cuando bajaron a San Jerónimo,
lo pusieron en su altar y al otro día cuando abrieron la puerta de la iglesia
ya no estaba el santo, tres veces lo bajaron y tres veces regresó a
«Coatepec Viejo», el sitio primigenio. Entonces San Jerónimo les dijo
a los españoles que les mandaría a sus «hijas», nombre asignado a las
primeras familias de indígenas nahuas que se trasladaron del viejo Coatepec al
nuevo sitio fundado en lo que ahora son: Los Carriles, Tlanalapan y el Espinal
Alto.
La consigna de San
Jerónimo fue la de que sus «hijas», no lo olvidaran y cada año lo
recordaran con una fiesta.
Hoy la familia
Huesca, vecinos y amigos que integran una de las mayordomías más antiguas, se
trasladaron a la parte alta del municipio para recolectar el bejuco a utilizar
en los adornos de las ofrendas florales, con las que honra el pueblo de
Coatepec a su entidad tutelar.
Los descendientes de
las «Hijas de San Jerónimo» renuevan la promesa de recordar al padre
y protector del pueblo. El traslado de los arqueros hacia la parte alta del
municipio con el fin de colectar los materiales para elaborar los famosos
«Arcos de San Jerónimo», marca el enlace periódico entre el pueblo
actual y el asentamiento primigenio donde sigue habitando San Jerónimo, lugar
desde donde dispensa el santo su protección a la ciudad de Coatepec.
Fotos de Julio
Huesca.