Especial

LOLA LA GRANDE

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Saliendo del Puerto de Mazatlán, Sinaloa, hacia el sureste, apenas recorrerás 58 kilómetros y arribarás al recién nombrado pueblo mágico de “El Rosario”. Ahí te encontrarás con la grata sorpresa de escuchar música de banda, auténtica sinaloense y enterarte de historias de algunos de sus hijos pródigos como la de Don Delfino Infante, padre del ídolo de México Pedro Infante Cruz; pero el verdadero orgullo del pueblo —el que lo dio a conocer a nivel internacional—, es Doña María Lucila Beltran Ruiz, conocida como LOLA BELTRÁN, LOLA LA GRANDE, o LA REINA DE LA CANCIÓN RANCHERA, por eso su gran estatua ubicada frente al templo, no se cansa de complacer a Nuestra Señora del Rosario.
Lola encontró su verdadera vocación cuando estudiaba Comercio para ser una linda secretaria y era la que amenizaba las fiestas de fin de cursos, porque eso de la cantada se le daba de forma muy natural. Alguien comparó su voz con la de la célebre Lucha Reyes y de ahí p’al real nadie le robó el sueño de llegar a ser una de las mejores intérpretes de la canción ranchera en nuestro país.
Un buen día decidió trasladarse a la ciudad de México para pagar su “manda” a la Basílica de Guadalupe, y de paso probar suerte en la XEW, cosa que no consiguió a pesar de llevar cartas credenciales del cantante de moda Miguel Aveces Mefía (el del copete blanco), pero eso sí, logró un contrato para eso de la taquimecanografiada, que utilizó como trampolín.
A la gente buena, las oportunidades se les aparecen por mandato divino y nuestra Lola, aprovechando la enfermedad de una de las estelares del programa “Así es mi tierra”, dejó a un lado la máquina de escribir, trepándose a cantar en el foro televisivo y de ahí, ya nadie la bajó, llegando en la culminación de su carrera, a abarrotar el mejor foro de nuestro país: El Palacio de Bellas Artes. Lola Beltrán, Lola la Grande, la Reina de la Canción Ranchera, una guerrera, una ganadora, su destino la alcanza a los sesenta y cuatro años de edad, un 24 de marzo pero del año de 1996.
Amigos, lo dijo don José Hernández y su Martín Fierro: “y si canto de este modo, por encontrarlo oportuno, no es para mal de ninguno, sino para bien de todos”. ¡Qué viejote tan picudo…!
¡Ánimo ingao…!
Con el respeto de siempre Julio Contreras Díaz
El DJ, eligió algo de lo mejor de Lola:

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