Los Errores de la Primera Consulta Popular en México
Los Errores de la Primera Consulta Popular en México
Como primer comentario, es de reconocerse el
desarrollo de este primer ejercicio social, ya que como mecanismo de
participación ciudadana, la consulta popular cumplió su objetivo, ofrecerle a
la ciudadanía, más allá de la pregunta y el resultado, una opción para ser
partícipe, por primera vez en la historia, en la toma de decisiones públicas;
ejercicio que desde luego se tiene que celebrar.
Sin embargo, esta consulta popular, desde su
inicio, tuvo muchos desatinos; iniciando con el hecho de que más que un
ejercicio ciudadano, se trató de una consulta caprichosa y revanchista del
Presidente de la República contra sus antecesores, la cual fue concebida desde campaña
más como una ventaja electorera, que como un verdadero mecanismo de
participación ciudadana.
En segundo término, destaca la redacción de
la pregunta, la cual en la versión original del Presidente, bien o mal, dejaba
en claro su objetivo, así como la decisión de la participación ciudadana
“enjuiciar o no a los ex presidentes”; no obstante, la Suprema Corte de Justicia
de la Nación, aludiendo al principio de presunción de inocencia, determinó la
eliminación de los nombres de los ex presidentes dentro de la pregunta y propuso
en su lugar una redacción muy general y ambigua, la cual no solo confundía a la
ciudadanía, sino que no fomentaba su participación.
Adicionalmente, se encuentra el debate entre
los que sostienen el hecho de que la justicia no se consulta, se aplica, con
pruebas y bajo un procedimiento judicial establecido que ofrece nuestro estado
de derecho; ante ello, esta consulta fue totalmente injustificada. Por otro
lado, la reducción al presupuesto solicitado por el INE para el desarrollo de
la consulta, originó, además de una escasa difusión y divulgación, que se instalara
un número inferior de mesas receptoras, concentradas en unidades territoriales,
confundiendo así a la ciudadanía y desmotivando su participación.
Producto de lo anterior y hablando de los
resultados, a nivel nacional se emitieron un total de 6.7 millones de
opiniones, que representan tan solo el 7.1% de participación ciudadana,
totalmente alejada del 40% que la Constitución y Ley en la materia requerían
para considerar como vinculantes los resultados. Del total de opiniones, arrasó
el SI con el 97.7%, por un 1.5% de opiniones negativas. Por lo que respecta al
Estado de Veracruz, el porcentaje de participación fue un poco más elevado,
llegando al 10.1%, con similares opiniones de los veracruzanos.
Otro aspecto a destacar, es la participación
de la autoridad electoral, la cual actuó a la altura en términos de
organización; es por ello que acusar al INE de estar del lado de los ex
presidentes y sobre el fracaso de la consulta popular, cuando fue la ciudadanía
la que no acudió a participar, es un acto irresponsable y más desesperado que
consiente por parte de los que esperaban un resultado diferente.
Lo lamentable de la consulta popular, radica
en el hecho de la escasa participación ciudadana, independientemente de todas
las objeciones, ya que se trata de un mecanismo dispuesto para la participación
directa de la ciudadanía; es por ello que debemos seguir alentando y
disponiendo de los mecanismos idóneos para que la población participe en este
tipo de ejercicios, pero todas y todos, en todo momento, debemos cumplir con
esta obligación cívica.