Los Indígenas de Coatepec y el Camino Real en la Nueva España
Dr. Jesús J. Bonilla Palmeros
Cronista de la ciudad de Coatepec
(Segunda parte)
En el segundo expediente nuevamente se trata lo referente a la falta de pago por el trabajo que realizaron los indígenas del pueblo de San Gerónimo Coatepeque, el cual consistió en la composición y construcción de puentes a lo largo del Camino Real entre Veracruz y Xalapa. El problema se acentuó cuando don Antonio Primo de Rivera Alcalde Mayor de Xalapa, finalizó el desempeño de su cargo, por lo tanto exigió a los indígenas el cumplimiento en el pago de tributos. Situación que orilló a los naturales de Coatepec, a solicitar mediante oficio al virrey su intervención en la resolución del problema, específicamente porque a los indígenas se les adeudaban 295 pesos con cinco reales de los trabajos realizados hasta el mes de julio pasado, y estaba por concluirse la construcción de los dos puentes de Plan del Río.
El argumento que presentaron los indígenas de San Gerónimo Coatepeque, era el de que por un lado no se les cubrían los salarios devengados hasta un mes atrás, a pesar de que se les estaba cobrando a quienes transitaban por el Camino Real el denominado “derecho de pasajeros”, por lo tanto se consideraba existían los recursos suficientes a fin de retribuirles el pago correspondiente, mismo que serviría a su vez para cumplir con los tributos de la comunidad.
Con base en los datos registrados en ambos expedientes del Archivo General de la Nación, podemos adentrarnos en la serie de situaciones que vivieron muchas de las comunidades indígenas, desde el momento en que se procedió a llevar a cabo la famosa reducción de los asentamientos indígenas, bajo la figura de los denominados “Pueblos de Indios”, proceso que permitió a las instituciones novohispanas tener amplio control sobre las comunidades, en lo referente a los aspectos político-económico. En dichos procesos de congregación, desempeñaron un papel importante los integrantes de las órdenes religiosas, quienes se dieron a la tarea de entrar en contacto con los diversos grupos étnicos, a fin de impulsar el proceso de evangelización en las comunidades locales. De tal forma que por un lado se promovió la difusión del cristianismo y por otro se logró un avance en el control de las sociedades indígenas, las cuales fueron integradas al modelo económico novohispano.
Al convertirse en tributarios de la Monarquía Española, los indígenas se vieron forzados al cumplimiento periódico de los denominados “tributos reales”, mismos que cubrieron de inicio con base en su antiguo sistema tributario de pago con productos locales y conforme aumentó el circulante de monedas en la Nueva España, fueron tasados con cantidades específicas de unidades monetarias. Situación que les obligó de entrada a canalizar una parte de su producción agrícola para la venta en los mercados locales, y por otro lado a emplearse en otras actividades productivas, quizá en las haciendas, las ciudades y que en el caso particular de los indígenas de Coatepec, a trabajar en las obras públicas como es la construcción y/o acondicionamiento de caminos y puentes.
Por tanto la inclusión de las sociedades indígenas en el sistema político-económico novohispano, se caracterizó en diferentes momentos por la explotación y arbitrariedades de las autoridades regionales, aparte de todos aquellos problemas generados por la salvaguarda de sus límites territoriales con sus vecinos españoles, mestizos y otras comunidades indígenas. Situación que les obligó a buscar la resolución de sus problemas en la principal instancia político-administrativa, lo cual le implicaba gastos extras a la comunidad; desde la adquisición del papel para la elaboración de los oficios, aparte del pago a escribanos y licenciados. Cuya participación discurría en largos procesos y les generaron en muchos de los casos, gastos injustificables que empobrecían aún más a las comunidades indígenas.