Ars ScribendiPLUMAS DE COATEPEC

LOS LIBROS

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los libros

Cuando no se está familiarizado con los libros, resultan indiferentes para una mayoría de personas, es muy difícil habituarse a lo que no está presente en nuestro pensamiento y gusto, y si de lectura se trata, se torna casi ¡imposible!

            Pero con un poco de disposición, si usted se anima a abrir las páginas de un texto y lo comienza a leer, con toda seguridad, algo de su contenido le llamará la atención, por ejemplo, algún personaje o palabra, tal vez una frase, una leyenda, paraje o ciudad que se mencione en la historia, en fin un universo de ideas, emociones, conocimientos, sentimientos y acciones, algo le va a persuadir en su ser y lo conducirá a las páginas de otro libro para satisfacer su duda, de esta manera usted empieza a acrecentar su acervo cultural consultando cada vez más libros.

El nuevo lector va conociendo el pensamiento de los autores, se interesa en la biografía de ellos y va adquiriendo nuevos conocimientos. Cuando todo esto sucede no solamente es la lectura el centro de su atención, sino que nace el amor hacia los libros, se siente atraído por diversos temas de autores que ya son de su predilección. No solamente lee sino que sostiene en sus manos con delicadeza y hasta de manera sutil el libro, da 

la impresión de acariciar la textura de sus pastas y hojas, aprende a amarlos y a cuidarlos, investiga la fecha de la edición, la casa editorial y el tiraje entre otros datos que aumentan sus conocimientos, además, va formando su biblioteca particular. 

Aquella persona que fue indiferente a los libros, ahora posee en su casa un universo de conocimientos, porque quienes escriben buenos libros, resultan ser los mejores maestros que el buen lector retiene en un espacio de su hogar, de esta manera puede consultar cualquier duda o alimentar su aprendizaje en todo momento, porque estos maestros del conocimiento están disponibles a cualquier hora que usted necesite de su ayuda.

            Si usted, amable lector, adquiere el gusto por la buena lectura, a pesar de todas las tribulaciones cotidianas, su alma encontrará regocijo y paz en todas las páginas que sean de su agrado. Un espacio dedicado a la lectura, es una especie de ritual espiritual, pues en esos momentos, tanto él autor como el lector, están entrelazados a través de las letras, es una comunicación en silencio, solo las imágenes que irradian las palabras están mostrando el paisaje y el mensaje que el autor comunica al lector.

            Los grandes maestros del saber, no importa en que tiempo les correspondió vivir, pero su pensamiento y sabiduría las dejaron plasmadas en hojas de papel, si hablamos de tiempos milenarios, en tablillas –barro o arcilla– y escritura cuneiforme en la que el tiempo es impasible y cualquier generación se puede enriquecer de ese conocimiento que nos comunican.        

            Amable lector, anímese por la lectura de un libro, vivirá una agradable experiencia. Lea despacio, atento, disfrútelo y, con toda seguridad, le despertará el hábito por la lectura y terminará descubriendo la amistad en los libros. “Un libro conduce a la sabiduría”. rafaelrojascolorado@yahoo.com.mx