LUTO EN EL PARQUE HIDALGO
LUTO EN EL PARQUE HIDALGO
Sigilosamente, la muerte se hizo presente en el
parque Hidalgo de Coatepec, Veracruz. Fue secando el alma de un árbol de la
familia “Ficus Benjamina” Laurel de la India, su presencia fue letal que lo
dejó totalmente marchito, le mató el alma y el tronco murió solo. Como un
proverbio del boxeo que reza: “Mata el cuerpo que la cabeza muere sola”.
Fundación Revive, después de un minucioso análisis biológico se debería
derribar el gigantesco esqueleto para prevenir cualquier accidente de
consecuencias. Duele, pero es la mejor decisión.
El ficus Benjamina es un prematuro anciano que
celebró sus sesenta años de edad, en su tronco familiar son pocos años que
vivió. Sin embargo, suficientes para proveer de oxígeno a los pobladores de
este pueblo, infinidad de nidos acunó en sus ramas para los pajarillos, ofreció
un hogar a los insectos y cantidad de entes vivientes. Por largos años presumió
su vitalidad; su fuerza fue tal que cuando llegó la enfermedad a mermarlo la
soportó ocultándola, no fue suficiente, tarde o temprano se notaría decaído,
pero irguió la dignidad, el orgullo y murió de pie como un verdadero guerrero
de mil batallas.
Se queda el recuerdo de quienes se cobijaron
bajo su sombra, no menso de una pareja de enamorados, niños jugando bajo su
follaje o algún nevero que, en la espesa sombra de la copa, descubrió un oasis
bajo los ardorosos rayos de sol. Mil recuerdos se quedan presentes a este
gigante similar a un cíclope de la Odisea Homérica.
El sábado 20 de abril, en una atmósfera
sofocante, los trabajadores de parques y jardines, con suma tristeza y absoluto
silencio comenzaron a derramar las secas ramas, ese espacio quedará vacío, el
viento esparce una plegaria por todo el parque, es un himno a su recuerdo, a la
gratitud del que un día fue un jovial y robusto árbol que no presagiaba su fin.
rafaelrojascolorado@yahoo.com.mx