Crónica CoatepecanaCULTURA

María Enriqueta en su visita a Coatepec (Primera parte)

Comparte

[responsivevoice_button voice=»Spanish Latin American Female» buttontext=»Pulsa para escuchar la nota «]

CRÓNICA COATEPECANA

Por Dr. Jesús J. Bonilla Palmeros

jesus_bonilla1@hotmail.com

El día domingo 13 de noviembre de 1910 retorna la poetisa María Enriqueta Camarillo y Roa de Pereyra a su añorado Coatepec, procedente de la capital de Cuba lugar donde estableció su residencia desde meses atrás. El mismo jefe político de Coatepec, don Joaquín Sánchez fue a recibirle a la terminal del ferrocarril en la ciudad de Xalapa, y a su llegada a Coatepec fue recibida por una multitud de paisanos que no perdieron la oportunidad de conocer a tan distinguida dama. A la par de que una comitiva integrada por damas de la sociedad coatepecana, quienes le recibieron efusivamente, al tiempo de que le entregaban ramos de flores cultivadas en los jardines de la localidad.

 

 

Al siguiente domingo de su retorno a la ciudad de Coatepec, la poetisa fue homenajeada con una velada musical en la Escuela Cantonal Benito Juárez, esa noche el edificio lució esplendoroso con suntuosos adornos florales, y en el fondo del salón donde se llevó a cabo el evento, fulguraba sobre la plataforma una gran lira decorada con gardenias, en clara alusión simbólica a la sensibilidad plasmada en las obras literarias creadas por la poetisa.

 

 

En una crónica escrita por don Dionisio Galván en el diario El Independiente de México, se describe con singular detalle la velada: “A las nueve de la noche, elegante como una reina, discreta y amable como una hada, apareció María Enriqueta, acompañada por el presidente municipal, D. Joaquín Sánchez, y por un grupo de señoritas. Los acordes de la Banda, una lluvia de pétalos de rosas y un hurra general, recibieron a la poetisa…El cuarteto formado por los profesores D. Juan B. Rebolledo, D. Ignacio Pérez Montes, D. Juan Lomán y D. Juan Mávil, llamó la atención por su gran maestría. Hubo artistas en el piano, el canto, la recitación, el violín.”

Después del discurso oficial que estuvo a cargo de del distinguido jurisconsulto don Patricio García Sedas, el presbítero don Francisco Palma declamó una poesía dedicada a María Enriqueta:

A MARÍA ENRIQUETA

Aquí donde el cenzontle su canoro

grito deja escapar con dulce acento,

donde lanza tristísimo lamento

la paloma torcaz de blanco lloro;

aquí donde los vientos con doliente

susurro mecen los gigantes pinos

donde murmura la tranquila fuente,

hilando perlas o imitando trinos;

aquí donde los lirios de los campos

la atmósfera saturan y embalsaman,

donde las rosas que parecen ampos

de nieve, reina suya te proclaman;

aquí, bajo el prestigio de esta luna,

aquí, tranquila, se meció tu cuna

……………………………………..

No son tus melancólicos cantares

el oleaje rugiente de los mares:

son lágrimas que ruedan mansamente

lo mismo que las ondas de una fuente…

Cuanta ternura atesorar podía

tu corazón de fiel coatepecana,

derramaste en tu célica poesía

al besarte la musa mejicana.

¡Sigue adelante, oh dulce cantadora

Que llevas la virtud como divisa!

¡Ya el mundo te proclama gran señora,

La Fama ya te nombra gran poetisa!

Continuará…

 

 

 

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *