Ars ScribendiPLUMAS DE COATEPEC

MARIMBA PERLA DE ORO

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MARIMBA PERLA DE ORO

Las calles de Coatepec se visten de color con la música de la marimba, un instrumento diseñado y estructurado para producir música que pertenece la familia de la percusiones, armonía y acompañamiento son sus atributos, la melodía fluye del centro del instrumento en mención. También posee un grupo de teclas similares a las de un piano y se llaman triples, se utilizan cuando la marimba es interpretada por tres músicos. Bemoles (entonación un semitono más bajo que la de su sonido natural en el centro son los sostenidos).

 

            En la marimba Perla de Oro se ve a Silvino Zavaleta acompañado del músico Enrique Salazar, este último heredó la genética musical de su familia, su papá, señor Roberto Salazar, fue uno de los marimberos más reconocidos en Xalapa, ciudad de las flores. Aquella marimba se llamó “Radio Landi”, formó parte del paisaje urbano en la calle Victoria de una nostálgica Xalapa del siglo XX. Cerca se ubicaba una casa llamada blanca y allí guardaban los instrumentos para que también descansaran del ajetreo cotidiano.

 

            Silvino Zavaleta y Enrique Salazar, unen su talento porque son dos artistas urbanos, son parte del paisaje matinal de las calles céntricas de Coatepec. Con la alegría en el corazón, manifiestan la pasión por la música, la comparten a los ciudadanos que transitan frente a ellos y aunque tan solo reciben una precaria moneda, la consideran sagrada, porque es fruto del trabajo cotidiano. Los golpes de las baquetas sobre las teclas de la marimba parecen caricias que consiguen abstraer un poema musical para el oído humano, el espíritu se estremece. Como en los tiempos bíblicos, al golpear una roca, brotaba el agua que calmaba la sed del peregrino.

 

            El transeúnte en su diario caminar por la ciudad, penetra en esa cortina musical, se siente inmerso en la nostalgia, los recuerdos y la evocación al escuchar esos ritmos musicales que contienen fragmentos de una época del existir humano. Los músicos con una sonrisa en los labios hacen fluir notas y notas de su instrumento. Hay personas que se atreven a bailar y dan unos pasos al compás de la melodía, otros disminuyen el paso o de plano lo detienen unos minutos, se dejan abrazar por ese momento de esparcimiento que los hace olvidar momentáneamente los problemas que los atañen y el recuerdo se hace presente, es difícil contener los suspiros.

 

            Silvino Zavaleta y Enrique Salazar, son músicos que forman parte del paisaje de la ciudad, utilizan el güiro para producir música, pero también como recolector de monedas de quienes gustan de cooperar para la música, profunda es su pasión por la música y el trabajo que solicitan las monedas bailando al ritmo que la marimba deja fluir de sus entrañas.

 

raelrojascolorado@yahoo.com.mx